¿Qué oficios hacen mejor las máquinas que los humanos?

Tradicionalmente los humanos realizamos diversos oficios como medio para ganar el sustento. A través de nuestras habilidades, destrezas y competencias desarrollamos nuevos productos y servicios que se comercializan, porque existe un mercado dispuesto a pagar por ellos y a utilizarlos. Muchos de estos productos como la tecnología, impactan positivamente en el devenir de las sociedades. La inteligencia artificial es uno de esos logros humanos. Se concibió como una alternativa para lograr mayor calidad, reducción del tiempo y precisión en las tareas que realiza.

Inteligencia humana

El pensamiento que lleva a un científico informático a preparar máquinas para realizar trabajos específicos, casi a la perfección, está apoyado en la curiosidad y el reto que implica ver cristalizadas sus ideas. Indistintamente del nivel de especialización y calidad del producto final, es importante recordar que las máquinas no son infalibles ni perfectas, ya que su origen humano tampoco lo es.  Partiendo de esa premisa llegamos a varios cuestionamientos que enmarcan este análisis ¿Por qué confiar en una máquina? ¿Qué hace tan atractivo el uso de las máquinas en lugar de las personas? ¿Cuán dependientes somos del trabajo que realizan las máquinas? ¿Hasta qué punto llegaremos a trabajar apoyados en la inteligencia artificial? ¿Qué trabajos realizan mejor que los humanos?

De la gran pantalla a la vida real

La industria cinematográfica ha sido pionera al presentarnos la visión de futuristas que plantean la vida utilizando inteligencia artificial casi en todo aspecto, situación que según su propuesta pudiese darse en décadas futuras y nada lejanas. Hay clásicos cinematográficos como “The Net” que estrenó en 1995 planteando en aquel entonces, lo que hoy es la vida normal de muchas personas: pedir comida online, trabajar remoto frente a un computador y hacer frente a ciber amenazas. Son veintenas de películas que nos muestran máquinas realizando deportes mejor que los humanos, recordamos una en especial cuya trama se basa en robots que boxean en un mundo plagado por apuestas y con una historia de amor filial en su trasfondo. Otras presentan a androides que se rebelan contra los hombres, autos que se transforman en robots que toman decisiones y actúan de acuerdo con sus planes. Científicos y corporaciones que desarrollan inteligencia artificial con fines éticos, pero que al dejar que los antivalores se apropien del escenario traen caos y problemas a la sociedad.

El origen de estas propuestas del séptimo arte es el pensamiento e ingenio humano, sustentado en los avances que tienen lugar en los laboratorios de investigación y tecnología del mundo.

Algoritmos que trabajan

La literatura sobre los algoritmos de la IA utilizada para realizar trabajos nos habla de la repetición de procesos, de la capacidad de almacenar y guardar información para hacer uso de ella al brindar una respuesta o ejecutar una acción. Dicho en otras palabras, se basan en los datos que se originan de las interacciones humanas que se compilan para ofrecer la solución o realizar el trabajo.

Páginas de internet y artículos de prensa nos muestran con frecuencia oficios que al parecer realizan mejor las máquinas.  Comúnmente se piensa en áreas de manufactura al hablar de robots ensambladores. Un caso de éxito lo encontramos en la industria automotriz de lujo donde conviven las máquinas y el talento de artesanos para ofrecer autos con asientos de cuero trabajados totalmente a mano junto a carrocerías y acabado de pintura sin fallo, hechos con el uso de inteligencia artificial.

Nuevos campos de acción

Con el pasar del tiempo se hace cada vez más común ver máquinas realizando oficios que antes hacían las personas. Se han automatizado procesos como la revisión y filtrado de hojas de vida, la sanidad, la filmación aérea a través de drones, la sugerencia de productos al entrar a un sitio de consulta online entre otros. Enumeremos otros casos:

  • Máquinas que seleccionan las hojas de vida. Los robots que realizan entrevistas virtuales a candidatos dejaron de ser una utopía para transformarse en el nuevo aliado de Recursos Humanos para algunos, para otros son el motivo de su desplazamiento laboral.
  • Inteligencia Artificial que diagnóstica mejor que los médicos. Por ejemplo, un algoritmo que predice con solo ver el iris del ojo de un humano las posibles afecciones cardíacas que padece. Logra hacerlo con mayor precisión que un profesional de la medicina entrenado en iridología ¿Por qué razón? Su capacidad para revisar con precisión y en una fracción de tiempo datos de miles de pacientes con afecciones de esta naturaleza, comparar los iris y predecir una posible dolencia, lo que a un humano le tomaría años. Watson la super computadora de IBM puede según artículos de investigación revisados, predecir enfermedades con una extraordinaria precisión.
  • Robots de compañía para ancianos, robots que sugieren compra de alimentos faltantes en la despensa o refrigeradora, máquinas que interactúan con la familia en su día a día, transformándose en otro electrodoméstico de uso hogareño y facilitando labores que antes hacía una persona.
  • Exoesqueletos que apoyan a humanos al realizar labores donde deben permanecer largas horas de pie o realizando trabajos de alto riesgo con químicos o materiales inflamables que les ponen en peligro.
  • Robots capaces de navegar en internet, comprender palabras y frases, traducir idiomas y formular cada día con mayor precisión, oraciones y párrafos coherentes según el lenguaje que se desea utilizar.
  • Inteligencia Artificial que puede leer folios de casos legales con mayor rapidez que los jueces y abogados.
  • En Dubai se encuentran en prueba el uso de robots policías para afrontar la delincuencia y las infracciones a la ley.

Evidentemente las máquinas no se casan, no se estresan ni se deprimen. Aunque sin mantenimiento preventivo (que deben darle los humanos u otras máquinas desarrolladas por humanos) pueden dañarse. No ceden a las emociones, por ende, no tienen conflictos de esta naturaleza al realizar un oficio, no reciben prestaciones ni un salario. En el caso que se presente un error, la inteligencia artificial buscará la respuesta o encontrará un fallo, “no pensará en otra cosa” como lo haría un humano. Al parecer son más objetivas para emitir juicios.

Pese a estos avances siguen existiendo labores y oficios que un robot no puede realizar hasta el momento.  La creatividad e imaginación son fundamentales para innovar (las máquinas repiten procesos o proponen a partir de un “dato”), aún no pueden “crear de la nada”.

Interactuar con máquinas y esperar que comprendan sentimientos, emociones y sensaciones tal cual lo hacen nuestros pares humanos aún no es posible. La ausencia de sentimientos puede hacer que los trabajadores se sientan incomprendidos, pues sus emociones juegan un papel fundamental en su rendimiento.

 Tal vez a futuro nos corresponda trabajar bajo la dirección de inteligencia artificial o tal vez no suceda. Lo cierto es que los gobiernos del mundo están invirtiendo grandes sumas de dinero en  investigación sobre IA con la finalidad de adaptarse a los retos globales como lo expresaron en Davos durante la Cumbre Económica Mundial los presidentes de Francia y Alemania.

 Formación, reinvención y búsqueda de conocimientos

“La época en que se salía del sistema educativo a los 16, 21 o 24 años y listo, se terminó. La gente deberá renovarse y adquirir nuevas competencias para acompañar la evolución tecnológica”, advirtió Antoine Blondeau científico que contribuyó a la tecnología que condujo al desarrollo de un asistente virtual.

Si las máquinas han llegado a ser mejores que nosotros para realizar una gran variedad de procesos y oficios que fueron inventados por humanos, es precisamente porque se ha descubierto una manera de superar las limitaciones que poseemos haciendo uso de la inteligencia artificial. Corresponde a cada persona reinventarse y adaptarse a la situación para mantenerse vigentes.

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