La IA ya tiene aplicaciones en prácticamente cualquier parte de la cadena de valor de los negocios.
La Inteligencia Artificial (IA) es entendida hoy en muchas empresas como una necesidad competitiva e incluso de supervivencia, algo con lo que usted podría estar de acuerdo o sentir como una exageración. Comentaré en esta entrada las principales áreas y ejemplos donde está siendo usada, y al final saque usted sus propias conclusiones.
En algunos países, el diagnóstico de enfermedades ocurre con el apoyo de la IA que es capaz de asociar síntomas de cientos de miles de pacientes para lograr predicciones más acertadas. Otra industria que adoptó rápidamente IA es la publicidad digital, para mostrar solamente aquellos avisos que al usuario le puedan interesar y que tiene mayor probabilidad de compra, dada sus
necesidades y perfil sociodemográfico.
Industrias y startups invierten mucho en plataformas de reconocimiento facial, reconocimiento de objetivos y en interfaces de voz, ya que son la tecnología base para el relacionamiento de las máquinas con los humanos. Los principales usos están ocurriendo para la creación de la Propuesta de Valor, ofreciendo en cada momento la mejor oferta a cada individuo; asimismo, para la atención al cliente, usando IA en la creación de perfiles de los consumidores, en las interacciones digitales o de voz, en los programas de upselling, el scoring de crédito, su fidelización, e incluso la red de contactos de los clientes a fin de transformarlos en promotores de los servicios de la empresa.
Aplicaciones de IA también son observadas en industrias como las finanzas: para análisis de crédito, gestión de portafolio o trading; en la educación, donde los MOOC o educación online ya son ampliamente usados en las empresas, pero también aparecen los “tutores o instructores inteligentes” capaces de interactuar con los alumnos y responder preguntas en tiempo real; en la manufactura, con el uso de robots para tareas rutinarias. También se usa IA en áreas nuevas y menos conocidas como, por ejemplo, para el reclutamiento, donde las empresas revisan extensas bases de datos de postulantes para un mejor filtrado, así como reconocimiento de voz y facial para identificar emociones y características de liderazgo, influencia y motivación en entrevistas por videollamadas.
La IA ya tiene aplicaciones en prácticamente cualquier parte de la cadena de valor de los negocios. Su velocidad de adopción dependerá de la competitividad de las empresas, de la disponibilidad de talento y de la velocidad con la que sea capaz de gestionar el cambio cultural.
Rafael Cisneros
Director de Empresas y Negocios
Telefónica Business Solutions Centroamérica