Robot Bebé: Inteligencia artificial inesperada (Proyecto CB2)

“El juego es la forma más alta de investigación.”

― Albert Einstein

Un robot que imita el aprendizaje de un infante, ya cumple 13 años desde su lanzamiento. CB2 es un humanoide producto de una investigación. «Child-robot with Biomimetic Body», es capaz de seguir un objeto con sus ojos y aprender de la misma manera como lo hacen los niños.

A través de cámaras en sus ojos y sensores táctiles debajo de su piel el humanoide puede imitar las capacidades físicas y mentales de un niño de dos años.

Al referirse a cuerpo biomimético explican que el robot tiene 197 sensores bajo su piel de forma que puede sentir cuando recibe un golpe o lo tocan.

Es capaz de reproducir los movimientos naturales de un bebe y de pararse con asistencia de un humano. Se encuentra en el laboratorio de la Osaka University, sus padres humanos (creadores) utilizan este experimento para estudiar la cognición y el aprendizaje en robots.

Los creadores indican que lentamente el robot, puede desarrollar competencias sociales a través de la interacción con humanos viendo sus expresiones faciales e imitando la relación entre una madre y su bebé.

¿Quiénes están detrás de este proyecto?

El proyecto es del tipo Humanoide, Research, creado desde el 2006 por los científicos japoneses Minoru Asada y Hiroshi Ishiguro/el que creó un robot clon de sí mismo.

Entre los sponsors o patrocinadores de fondos de investigación están Walt Disney Imagineering, IEEE Robotics & Automation Society, Universal Robots, Mouser Electronics, Newark y Element 14

Valorando las percepciones humanas

Al entrar a la página del robot es posible dar su opinión sobre las sensaciones que genera. Se invita al usuario a evaluar a través de selección de opciones. Preguntas breves que buscan conocer la percepción de las personas. ¿Le gusta este robot? Con una puntuación de 2 a 5, en promedio obtiene 2.2 en cuanto a gusto del usuario.

Con respecto a su apariencia las personas lo han catalogado “Creepy” u horripilante, porque genera temor en ellas, no por lo estético, por todo el conjunto.

Al preguntarle a los cibernautas si desean tener uno de esos robots, la respuesta es negativa en un 78%, reafirmando la hipótesis de que en la medida que el robot se asemeja más a un humano va aumentando el desagrado que genera en las personas.

Photo: Yoshikazu Tsuno/AFP/GettyImages

Si esto es así ¿Por qué son tan populares las tiras cómicas de robots y películas de cine que abordan el tema?

Podríamos decir que se debe a que el individuo sabe que es algo lejano, no está al alcance de sus manos. Al verlo en una pantalla genera curiosidad, pero no inseguridad, porque sabemos que es una industria de entretenimiento, donde se crean personajes de ficción.

En cambio, cuando el humano promedio se enfrenta a vídeos o físicamente, a robots, que son regentados por organizaciones que se dedican a la investigación, el sentimiento cambia, porque sabemos que son reales.

“Gracias a personajes de dibujos animados tan benignos como Astro Boy, los japoneses tienen una imagen amigable hacia los robots»

― Yoshimi de Toshiba.

El proyecto CB2 nos muestra otra de las facetas de la inteligencia artificial cuando se enfrenta a la aceptación humana, donde los temas de la naturaleza intrínseca, lo ético, moral y la convivencia social tienen una influencia muy importante.

La resistencia a lo que consideramos no correcto es en suma una de las barreras con las que se encuentran las tecnologías disruptivas que apelan a la humanidad desde visiones que no son usuales.

Masahiro Mori, ex profesor de robótica en el Instituto de Tecnología de Tokio, escribió un ensayo sobre cómo imaginó las reacciones de las personas a los robots que parecían y actuaban casi humanos.

En su hipótesis planteaba que la respuesta de una persona a un robot humano cambiaría abruptamente «de la empatía a la repulsión» a medida que se acercaba a lo que reconocemos como una apariencia realista. Esta situación se le conoce como el valle misterioso, tema del que hemos escrito anteriormente.

Lo cierto es que los avances en IA nos llevaran a enfrentarnos, cada vez más, a estos robots en nuestras vidas diarias.

¿Aceptaremos robots bebés en un futuro cercano?

Imagen: Pixabay

Referencias consultadas:
http://www.kindsein.com/es/32/2/785/
https://spectrum.ieee.org/automaton/robotics/humanoids/the-uncanny-valley?utm_source=robots.ieee.org

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González

Consumidores, necesidades y seguimiento de patrones conductuales con inteligencia artificial

Según datos de Smart Insights un 48% de los consumidores comienza una investigación de compra con una búsqueda desde el móvil. 

El teléfono móvil y las aplicaciones más populares utilizan los llamados “tracking de comportamiento de compra, de lectura e intereses” para “conocernos mejor” y así, ofrecernos, las mejores experiencias de navegación y compra.  Utilizan, con este propósito mecanismos que combinan inteligencia artificial y Big Data.

Suena inocente, pero lo cierto es que de no contar con mecanismos de protección y al desconocer lo que está detrás del análisis y la colección de datos, así como nuestros derechos de privacidad, estamos enfrentándonos a una industria que ya puede predecir lo que haremos y si no tienen controles éticos nos ofrecerán lo que jamás podremos pagar, pero sí, consumir.

En la actualidad muchos de los sistemas de inteligencia artificial permiten predecir en tiempo real patrones de comportamiento de los usuarios, apoyados en Big Data para el manejo y de cantidades ingentes de información que se recolectan de nuestros dispositivos móviles a diario.

¿Qué hay de malo en predecir lo que haremos?

Algunos dicen que les ahorra tiempo, que les gusta que una máquina piense por ellos, les ofrezca y sugiera, les muestre las noticias e informaciones que les interesan. Otros empiezan a preocuparse porque se han dado cuenta que no solo es un tema de ofrecerles la mejor opción, hay mercadólogos especializados en retail digital que configuran de tal manera los predictivos y la oferta que relacionan productos, conductas y casi que subliminalmente inducen a comprar.

“¿Por qué a los seres humanos contemporáneos les fascina comprar y consumir, y sin embargo sienten muy poco apego por lo que compran?”

― Erich Fromm

¡Exactamente! Ya no tiene libre albedrío, alguien le conoce tan bien que puede llevarle de forma casi mágica “como el flautista que llevaba las ratas fuera de la ciudad, hechizadas por su música, famoso en el cuento infantil”, a comprar lo que una empresa desee venderle, siempre y cuando conozca su patrón de conducta.  

Nuestro cerebro a merced de un algoritmo

El cerebro humano obtiene conclusiones de patrones escondidos que se desarrollan con el tiempo, la experiencia y el aprendizaje. La inteligencia artificial obtiene conclusiones de patrones de millones de datos y lo hace en fracciones de tiempo, pero no solo eso, trabaja, sin quejarse, para quien la pueda pagar.

En este periodo de cambios y desarrollo de nuevas tecnologías no logramos terminar de aprender algo, cuando surge algo nuevo, le estamos proporcionando datos a las máquinas para que interpreten el cerebro y la conducta humana con diversos fines.

«Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante.»

―Ivan Pavlov

Leyendo a Ivan Pavlov, fisiólogo ruso que contribuyó con la corriente psicológica del condicionamiento clásico que pertenece al “conductismo” nos damos cuenta de que, al dominar las claves de nuestra conducta, básicamente nos controlan y si para ello, se utiliza un agente artificial que nos supera en relacionar patrones y agilidad, estamos en desventaja.

Una nueva pirámide de jerarquización de las necesidades humanas

Especialistas en branding y comercialización comentan que las necesidades descritas por Maslow en su propuesta psicológica aún en el siglo XXI se respeta pero que las características sí varían.

Recordemos que Abraham Maslow es considerado el padre de la corriente psicológica llamada humanismo y es recordado por su teoría de las necesidades humanas: La Pirámide de Maslow

A esta pirámide algunos le han adaptado en la base un nuevo nivel jerárquico que incluye WiFi y acceso a carga o batería del dispositivo móvil. Planteamiento que es necesario considerar con cuidado, porque si nos hacen creer que dependemos (necesidad básica, vital) como seres humanos de una conexión a la red para vivir, nos estamos conformando con ser “autómatas dependientes de la conectividad” y dejamos de lado nuestra propia naturaleza individual humana.

Maslow dijo: “Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo”, aplica perfectamente a la era digital, si vemos el móvil como la única herramienta haremos de ello el centro de nuestra conducta.

La ética en la gestión de datos y la implementación de programas que utilizan inteligencia artificial deben ser inamovibles de los planes estratégicos de las empresas que respetan los derechos fundamentales de los consumidores, porque al final del camino otros harán lo mismo con nuestros datos y conducta de compra, si no se reglamenta a tiempo el uso que se le da, y esto aplica a todos los ámbitos de nuestra vida.

.Imagen: Pixabay

Referencias consultadas:

https://www.elespectador.com/economia/inteligencia-artificial-para-predecir-los-consumidores-articulo-688392

Escrito por Msc. Irasema Rivas-González

Creatividad y aprendizaje autónomo ¿excluyentes?

“Lo que hay que hacer es poner a máquinas y humanos juntos, a trabajar colaborativamente, porque es la fórmula más eficaz”.

― Ramón López de Mántaras

Creatividad, aprendizaje automático y la capacidad de predecir comportamientos (centrada en patrones de millones de datos de usuarios) es la pócima que los alquimistas del marketing digital están tratando de perfeccionar de la mano de los expertos en inteligencia artificial.

Son las llamadas soluciones cuyo fundamento principal es el concepto de Data Driven Creative, que busca mejorar sustancialmente la industria de las comunicaciones, aspirando a crear mensajes personalizados para cada uno de los clientes potenciales que las marcas decidan abordar.

Un mensaje personalizado, exclusivo para usted

Los asistentes virtuales, el buscador más popular y otras aplicaciones de moda utilizan el nombre de pila del usuario para enviarnos mensajes que dan la impresión que son exclusivos para nosotros, hasta aquí nada novedoso. La gran diferencia radica en que los mensajes estarán preparados de acuerdo a sus gustos y preferencias, tipo de comunicación preferida y en un lenguaje con el que usted se sienta identificado. Tal cual, si un amigo o un allegado, que le conoce bien fuese el emisor.

Imagínelo, le llaman por su nombre, responden sus consultas hasta satisfacer sus inquietudes y le hace sugerencias enfocadas en gustos, presupuestos y estilo de vida.  La tentación, la seducción del producto de esta forma será tan sencilla que prácticamente estaremos vencidos antes de siquiera analizar la viabilidad de la compra.  

Optimización de los mensajes

Haciendo uso de tecnología predictiva será posible crear modelos de personalización publicitaria tan precisos que asustan, porque se basan en nuestra conducta y se mejorarán cada vez más, porque el algoritmo es capaz de aprender de forma automática como complacernos y seducirnos hasta que decidamos realizar la compra.

Los modelos predictivos, la automatización, la escalada de producción de contenidos generarán nuevos perfiles creativos en ambos espectros; la creatividad artística y la creatividad científica.

Aunque no están muy popularizados en nuestras latitudes, en otros mercados son objeto de investigación y desarrollo, siendo el campo de la publicidad y marketing inteligente un campo fértil donde se está invirtiendo muchísimo dinero para lograr, finalmente, conquistar la mente del consumidor.  

¿Máquinas creativas?

Se escribe mucho sobre la capacidad de crear que tendrán las máquinas, crear en el sentido estricto de producir un resultado para el que un humano, requiere, obligatoriamente, ser altamente creativo. Por ejemplo, en la producción musical y artística.

Pierre Barreau es un músico que también es experto en aprendizaje automático y tiene un emprendimiento llamado AIVA.

Durante sus presentaciones en foros de Inteligencia Artificial el joven músico reta al público diciendo:  «Escuchen estas dos melodías y adivinen cuál fue creada por un algoritmo y cuál por un humano.»

Aiva, es el primer compositor virtual basado en machine learning mundialmente aceptado.

Los sorprendentes resultados del emprendimiento de Pierre están abriendo una ventana que hasta hace poco se creía exclusiva para los humanos, la creación de pistas musicales, jingles comerciales y tono efecto de sonido posible para los e-games e industria del videojuego.

Destaca sobre manera que el algoritmo es capaz de crear, dependiendo del requerimiento, y de su complejidad, luego de tener los datos requeridos para establecer patrones y aprender, en poco tiempo la música que a un humano le toma días.  Y evidentemente, esta situación, abarata costos y hace que los músicos se preocupen por ser “fácilmente desplazados” por una máquina.

Parece que la creatividad y el aprendizaje automático dejan de ser excluyentes para trabajar colaborativamente. Corresponde a los humanos, acercarse al conocimiento y la comprensión para utilizar a su favor la inteligencia artificial, que ya está aquí.

Imagen: Pixabay

Referencias consultadas:

https://estoesiot.es/the-hook/

https://www.infobae.com/tecno/2018/03/23/el-cerebro-humano-detras-de-aiva-el-primer-robot-en-ser-reconocido-oficialmente-como-compositor/

Escrito por Msc. Irasema Rivas-González

Llegó la inteligencia artificial: se necesitan talentos

“No existe gran talento sin gran voluntad.”

―  Honoré de Balzac

Talentos, en todas partes se habla de talento y a pesar de que muchos lo poseen no llegan a estar entre los candidatos «elegidos» para las plazas abiertas en el mercado. Una gran mayoría de personas talentosas están desempleadas en la región latinoamericana.

El desempleo es una condición que afecta los cimientos de la sociedad, a los individuos de forma individual les deja una sensación de poca valía. Todos los que, alguna vez, hemos estado desempleados, sabemos que son períodos de gran incertidumbre y de emociones encontradas.

Actualmente hay una creciente tasa de desempleo e irónicamente un alto número de vacantes sin llenar en posiciones que precisan de talento. Clic para tuitear

¿Por qué sucede? ¿Cómo podemos afrontar esta situación?

La demanda y la oferta parecen no coincidir

Los profesionales que salen de las universidades, luego de cuatro años, no encuentran plazas porque se decidieron por carreras populares, muchas de ellas tradicionales y otras, aunque novedosas están muy saturadas.

Así, nos encontramos con farmacéuticos, contadores, mercadólogos, publicistas, arquitectos, abogados, administradores de empresas; todas estas carreras especializadas que son las que la inteligencia artificial y los modelos de negocios disruptivos pueden reemplazar con facilidad y eliminan de las plantillas con rapidez.

Los miles de empleos sin llenar tienen una característica común, están en el área tecnológica (porque la tecnología se integró al mundo empresarial de forma indivisible) y precisan de especialización en áreas afines a las ingenierías, tecnología, logística, matemáticas, cálculos, estadísticas, sociología, filosofía, computación, telecomunicaciones, mecatrónica, creatividad, filología, recursos hídricos, medioambiente, robótica, analítica e investigación.

Por esta razón, miles se gradúan y no acceden al mercado laboral, que ya tienen a profesionales de carrera y con experiencia trabajando en esas posiciones que son limitadas. Por la misma razón, se abren miles de posiciones que no se llenan porque pocos estudian lo que este nuevo ecosistema laboral requiere (en relación con la oferta).

La lógica parece indicar que la educación debe ir de la mano con las empresas, la sociedad y sus necesidades y en esa misma línea, la guía para que los estudiantes sepan cuales son las carreras más requeridas desde antes de graduarse. ¿Será posible hacerlas coincidir?

“Cuánto más sabes, más sabes que no sabes.”

―Aristóteles

Desplazamientos laborales por la Inteligencia Artificial

Negar que a medida que pasen los años se implementan sistemas y programas de inteligencia artificial que están realizando labores para las que antes se requerían a humanos es engañarnos.

El ejemplo clásico y más visible es el sector bancario, y su rápida adopción de tecnología para agilizar procesos. Con las tarjetas de débito para el manejo y la gestión de los pagos a los empleados inició una tendencia a disminuir y eliminar el uso del cheque como método de pago, método que requería que el empleado formase filas y hubiesen personas preparando cheques en las empresas, otros, en los bancos, revisando, tramitando y aprobando los procesos relativos a hacer efectivos estos documentos. 

Actualmente, tenemos un método más ágil, rápido y sencillo de administrar nuestros salarios con una cuenta de pago, una tarjeta y una aplicación de banca en línea que nos libera de filas, que nos permite realizar transacciones en una fracción de tiempo, situación que trajo consigo la disminución de los puestos de caja y otros relacionados a ese proceso que ha sido reemplazado por las nuevas tecnologías.

Todas las revoluciones han traído consigo grandes movimientos socio económicos

Lo que vemos en la actualidad es el proceso de transición de una sociedad a otra, de individuos que están ajustando sus vidas a la convivencia con sistemas que los vigilan, los evalúan, acumulan y analizan sus datos y comportamientos.

Personas que van aprendiendo a relacionarse con los medios digitales, las redes sociales y que en su “ignorancia” por la novedad han olvidado prestarle atención a la confidencialidad, el valor de datos y las implicaciones éticas que tienen todos los avances tecnológicos.

Al ver las noticias nos encontramos con focos de protestas civiles en varios países del globo en simultáneo, otras que nos recuerdan la deuda social que acarrean consigo los modelos sociopolíticos imperantes.

Recuerde que las grandes revoluciones, los grandes descubrimientos trajeron cambios sociales y económicos, y por supuesto, políticos. ¿Será diferente con la Inteligencia Artificial? Sería iluso pensar así. Afecta la capacidad de manutención propia , dificulta, para muchos, generar ingresos y esa realidad provoca movimientos sociales de todo tipo.

Una sociedad con un gran número de inexpertos, haciendo uso de artilugios tecnológicos, que creen posible que “todo se le pregunte al buscador” para hallar la respuesta, que se han condicionado al facilismo y que, en su gran mayoría, han “dejado de dudar”, para creer que todo lo que aparece en la red es realidad, aunque desconozcan la fuente.

Menos trabajos rutinarios y más trabajos creativos

La inteligencia artificial facilitará procesos, encontrará respuestas al estudiar millones de datos y patrones en poco tiempo, desplazará a muchos trabajadores e igualmente creará nuevas áreas de investigación y estudio, surgen nuevos empleos que requieren de otro tipo de talentos, capaces de aprender y desaprender rápidamente, de cuestionar y analizar, de intuir y comprobar, de gestionar el cambio sin temores, de crear desde cero, de ser curiosos y estudiar para toda la vida. ¿Es usted uno de esos talentos?

Imagen: Pixabay

Referencias consultadas:

https://www.bbva.com/es/etica-inteligencia-artificial-palabras-dificiles/

https://pixabay.com/es/photos/fractal-arte-digital-infograf%C3%ADa-292069/

Escrito por : Msc. Irasema Rivas-González

Texto, contexto, iconos, significados e Inteligencia Artificial

“Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información.”  ―  Carl Sagan

Hace poco leía la popular frase “una imagen dice más que mil palabras”, pero lo importante de esta lectura era precisamente que la persona que justificaba la frase, la había escrito, no la colocó en una imagen, era un tweet que en su propia esencia se contradecía porque no llevaba ninguna imagen que apoyara la afirmación.

Con la divulgación y proliferación de contenidos e información, es usual que las personas tomen frases y pensamientos de otros, colocándolos en la red, tal cual fuesen una verdad absoluta. Y son muchos, los que sin evaluar, lo dan por cierto.

Asusta que las personas asumen que las redes sociales son una fuente “confiable” de información, aún cuando no citen fuentes de entero crédito o usen estas fuentes, pero sin haber leído en la totalidad los estudios que avalan lo que dicen que es cierto.

Acostumbrados a recibir información a la medida

Con el advenimiento y popularidad del mercadeo digital y los contenidos, nos han ido “domesticando mentalmente”, condicionando al individuo promedio conectado, a recibir todo lo que se supone nos puede interesar según haya sido nuestra conducta en la red (que investigamos, que nos gustó, que le interesa al grupo o segmento en el que nos ubican, que enfermedades o dolencias podríamos sufrir, a dónde desearíamos viajar y más) durante un espacio de tiempo determinado.

Pocos meditan y mucho menos, toman acciones para comprender cómo los algoritmos de publicación de noticias sirven los contenidos que estamos consumiendo a diario, solo nos llegan y hacemos caso.

Joan Donovan, director del proyecto Tecnología y Cambio Social de la Harvard Kennedy School, profesional especializado en extremismo online y manipulación de los medios, ha dicho que:

«Los algoritmos están diseñados para mostrarnos contenidos que piensan que pueden ser de interés y para hacer que pasemos más tiempo conectados a la plataforma».

Un agente artificial, nos proporciona información y lo hace aun desconociendo que significa, que contexto pudiera cambiar el significado y la interpretación de las imágenes y palabras que está colocando frente a nuestros ojos.  

Recuerde que una palabra, un icono, un símbolo significa algo para usted dependiendo de muchas variables: cultura, experiencias, gustos y circunstancias inesperadas e incontrolables. Algo que hoy nos gusta muchísimo, puede que, de tanto comerlo, llegue a fastidiarnos y con el tiempo podría llegar hasta a desagradarnos.

“La nueva camada de nativos de este mundo digital es tan diestra en el uso de teclados como torpe en la interpretación, en tiempo real, de la conducta ajena, especialmente en lo que respecta a advertir la consternación que provoca la prontitud con la que interrumpen una conversación para leer un mensaje de texto que acaban de recibir.”

― Daniel Goleman

La Inteligencia Artificial tiene límites semánticos

La semántica se refiere a los aspectos del significado, sentido o interpretación de signos lingüísticos como símbolos, palabras, expresiones o representaciones formales. Expertos de todo el mundo no dudan al decirnos que la inteligencia artificial todavía le queda mucho para poder detectar los contenidos de odio y de acoso, ya que se necesita captar mejor los matices y conocer el lenguaje coloquial y todos sus giros.

Por ejemplo, Facebook está en proceso de crear un «órgano supremo» para la moderación independiente de contenidos, en el que los usuarios puedan cuestionar una decisión relacionada con los contenidos si la consideran injusta. Ya que, es casi imposible que los actuales algoritmos detecten el contexto que rodea contenidos delicados como: difamaciones, bromas pesadas y malas intenciones.

Los directivos de desarrollo de esta red social consideran que la inteligencia artificial siempre necesitará la ayuda de seres humanos para detecta, controlar y tomar acciones frente a contenidos maliciosos y que rayen en conductas poco éticas.

Dependiendo del país, del contexto, de la situación actual y de otras variables es muy probable encontrar distintos puntos de vistas en torno a contenidos. Si no lo cree, observe trinos en la red y verá como es sencillo para muchos radicalizar ideas y no permitir que otros piensen u opinen distinto.

"La forma en que vemos las cosas depende completamente de lo que hay en nuestros corazones " ―Maitreya Buddha Clic para tuitear

¿Qué necesita saber el espectador para interpretar una imagen?

Las imágenes no significan nada hasta que aprendemos a darle significado (aprendizaje adquirido, experiencia, legado cultural, etc.). Esto se debe a que la principal y esencial característica de la imagen es su polisemia.

La polisemia, en lingüística se presenta cuando una misma palabra o signo lingüístico tiene varias acepciones. Es esta apertura semántica de la imagen un tema importante, ya que va mucho más allá del lenguaje verbal, y de la interpretación que le dé quien la observa.

Una imagen dice más que mil palabras, una imagen se interpreta en miles de formas, una imagen puede prestarse a evaluaciones y significados errados por su carácter polisémico.

Para dar significado a las imágenes, a los iconos entran en juego en fracción de tiempo, expectativas, deseos, estado de ánimo, formación, atención que le preste y conocimientos con que cuenta, para poder interpretar la imagen, el público observador.

Por otra parte, tenemos las razones por las que se creó la imagen, su propósito e intereses que hay detrás. Toda creación tiene una motivación y las imágenes no escapan a esa realidad.

Tipos de imágenes según la semiótica

A diario vemos miles de imágenes y todas ellas responden a una clasificación que pocos conocen:

  • Cualisignos icónicos: No configuran en la mente del receptor ninguna semejanza con algo existente ni lo interpreta como símbolo.
  • Un cualisigno es llamado también imagen material visual plástica y se diseña para mostrar «puras cualidades visuales, ya correspondan a color, textura o forma, sin que, en ninguno de estos casos, remita a algún existente o norma alguna»(Magariños de Morentin, 2001: 298-299).[1]
  • Legisignos icónicos: Tiene carácter simbólico/conceptual, y su comprensión depende de que el observador conozca el sistema interpretativo en el cual se generó la propuesta visual.
  • El legisigno icónico es “una imagen material visual que muestra la forma de determinadas relaciones ya normadas en determinado momento de determinada sociedad” (Magariños de Morentin, 2001: 299).
  • El sinsigno icónico, o imagen material visual figurativa, es aquel que muestra «una concreta analogía con un existente» (Magariños de Morentin, 2001: 299).  Una semejanza con algo que ya existe y que conocemos.

Conociendo esta clasificación y relacionándola con la inteligencia artificial, el Big Data y las interpretaciones de patrones es saludable recordar que la información que estos procesan viene de un origen humano no perfecto y en los que estará presente el sesgo y la intencionalidad del creador.

“Un narrador no debería facilitar la interpretación de su trabajo. De otra manera no debería escribir una novela, ya que ésta es una máquina de generar interpretaciones.” ―  Umberto Eco

Juan Angel Magariños de Morentín interpretando a otros maestros concluyó: Estamos en el mundo que podemos percibir, percibimos el mundo que podemos enunciar y enunciamos el mundo como nos lo permiten las semiosis (es cualquier forma de actividad, conducta o proceso que involucre signos, incluyendo la creación de un significado. Es un proceso que se desarrolla en la mente del intérprete; se inicia con la percepción del signo y finaliza con la presencia en su mente del objeto del signo.) socialmente disponibles.

El mundo de la digitalización y sus coadyuvantes artificiales la interpretación de signos e imágenes. Utilice sus capacidades humanas, que aún no emulan las máquinas, para intentar comprender esas imágenes que no son nada sin el significado que le damos.

Imagen: Pixabay

Referencia Consultada:
http://magarinos.com.ar/

Escrito por: Msc. Irasema Rivas González

[1] 2001. «La(s) semiótica(s) de la imagen visual». Cuadernos (Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy) N.º 17,noviembre, 295-320.

Conciencia artificial y sintiencia

“Sentir antes de comprender”

― Jean Cocteau

La conciencia se define, en términos generales, como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno. También puede referirse a la moral o a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior por parte de un organismo. La enciclopedia en línea, Wikipedia, indica que aún existe debate sobre en qué consiste exactamente la conciencia.

¿Qué es exactamente la conciencia? Lo cierto es que los humanos tenemos eso que llamamos conciencia y que, de forma natural, a diario, se presenta en nuestras vidas en nuestras decisiones y acciones.

A diario leemos titulares que aluden a robots promoviendo la humanización de estos agentes artificiales. Encabezados que dicen que las máquinas se están volviendo más humanos. ¿Será cierto? ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué emula la Inteligencia artificial y qué no puede emular?


¿Será posible que robots se vuelvan sensibles y por fin tengan una conciencia similar a la humana?

Para llegar a sentir en el estricto significado de la palabra tendrían que darse ciertas condiciones que por el momento no son tan sencillas aún, cuando grandes éxitos de la taquilla cinematográfica nos hayan hecho creer lo contrario.

Años de estudio en neurociencias han hecho público que percibimos nuestras sensaciones y pensamientos aparentemente como son. Es decir, sentimos como es la realidad, no como quisiéramos hacerlo. Usted siente tristeza porque así es la tristeza, alegría, etc. Ya el tema ha sido abordado y explicado de forma sencilla, inclusive, por la película animada de Pixar INTENSAMENTE, que muestra esos mecanismos , emociones y procesos internos de las emociones humanas en acción.


“Sintiencia es la capacidad de sentir, percibir o experimentar subjetivamente. Los filósofos del siglo XVIII utilizaron el concepto para distinguir la capacidad de pensar de la capacidad de sentir. En la filosofía occidental moderna, la sintiencia es la capacidad de experimentar sensaciones.” Nuevamente hicimos uso de Wikipedia para clarificar un termino poco utilizado.

El estudio de la conciencia presenta interrogantes que aún no ha sido respondidas, a pesar de la investigación e hipótesis, no se tiene un consenso. Sabemos que los pensamientos y la llamada conciencia tienen en la actividad neuronal del cerebro su eje, pero ignoramos mucho de lo que allí sucede. La actividad cerebral sigue siendo un misterio a pesar de todo lo que se ha logrado descubrir.

La conciencia y los sentimientos se establecen en un área muy delicada para las personas y las sociedades, la de sus valores y lo que llaman la moral humana, que es el conjunto de las normas que rigen la conducta de los individuos en una sociedad y determina las valoraciones que hacemos sobre los actos humanos, tanto los nuestros como los de los demás.

Investigando sobre el tema nos encontramos con la segunda edición de un libro que vale la pena reseñar y por supuesto leer, de las Series on Machine Consciousness: Volumen 2. “Consciousness and Robot Sentience”

El texto aborda la pregunta ¿De qué manera deberíamos incluir futuros robots humanoides y otros tipos de agentes artificiales en nuestro universo moral?

Considerando que la visión orgánica, que sostiene que los agentes humanoides artificiales, basados en las tecnologías computacionales actuales, no pueden considerarse agentes morales de plena sangre, ni como objetivos apropiados de interés moral intrínseco. Desde este punto de vista, los humanoides artificiales carecen de ciertas propiedades clave de los organismos biológicos, lo que les impide tener un estado moral completo.

Empatía nula

El planteamiento propuesto establece que en los sistemas controlados computacionalmente, por avanzados que sean sus capacidades cognitivas o informativas, es improbable que posean sensibilidad y, por lo tanto, no podrán ejercer el tipo de racionalidad empática que es un requisito previo para ser un agente moral.

La visión orgánica también argumenta que la sensibilidad y la teleología requieren formas biológicas de autoorganización y auto mantenimiento autónomo. La visión orgánica puede no ser correcta, pero al menos debe tomarse en serio en el desarrollo futuro del campo de la ética de la máquina.

Su autor propone una explicación que también proporciona condiciones previas para la cognición consciente verdadera: el requisito de un sistema perceptivo directo con procesamiento de información simbólico y sub-simbólico inherente. El procesamiento de información neuronal asociativo con representaciones de señal distribuida se introduce como un método que satisface estos requisitos.

La cognición consciente del robot también requiere integración de información e integración sensoriomotora.

El libro desmitifica tanto los enigmáticos problemas filosóficos de la conciencia como los problemas prácticos de ingeniería de los robots conscientes al presentarlos de una manera fácil de entender para el lector, motivo por el cual sería muy recomendable su lectura y análisis para comprender mejor esta fascinante esfera de la interacción humano- máquina.

La conciencia es natural, la sintiencia también, con ellas dos nacimos y convivimos los seres humanos, agentes inteligentes por derecho propio.

Imagen: Pixabay


Referencias consultadas:

https://www.worldscientific.com/worldscibooks/10.1142/8486

https://link.springer.com/article/10.1007/s00146-007-0091-8

Escrito por: Msc. irasema Rivas-González



Significados: la IA no puede comprenderlos

“Basta con nombrar la cosa para que aparezca el significado bajo el signo.”

―  Léopold Sédar Senghor

Desde que nacemos, lo humanos tratamos de darle significado, y en efecto le damos significado, a casi todo lo que existe, y, es algo que simplemente aprendemos, es innato en nosotros.  No pasa igual con la inteligencia artificial (esa que nos asombra, nos asusta y nos han vendido como apocalíptica.) que es incapaz de manejar los significados, utiliza símbolos que en su propia naturaleza no tienen significado.  ¿Cómo? Sí, los símbolos son construcciones, representaciones de ideas.

Las computadoras (cerebros digitales) usan símbolos (sistemas simbólicos) para procesar, no trabajan con significados. Los significados son básicos para que podamos comprender. La comprensión está relacionada con el grado de inteligencia que se les atribuye a los individuos. Inteligencia se relaciona directamente con comprensión, de forma que lo que estamos llamando inteligencia artificial no es realmente inteligente.  

¿Símbolos?

Wikipedia menciona que un símbolo “es la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. Es un signo sin semejanza ni contigüidad, que solamente posee un vínculo convencional entre su significante y su denotado.”

De igual manera, indica que un símbolo es una figura retórica de pensamiento, por medio de la cual, una realidad o concepto normalmente de carácter espiritual se expresa por medio de una realidad o concepto diferente, entre los que se establece una relación de correspondencia, de modo que al nombrar el concepto simbólico se sugiere o se evoca el concepto real.

“Aprendemos lo que significan las cosas a partir de nuestra cultura y educación individual.”

―John Grinder

No nos compliquemos, busquemos ejemplos de la multiplicidad de símbolos que usamos a diario.:

  • Los iconos de su teléfono móvil
  • Los colores del semáforo
  • Los símbolos patrios
  • La bandera blanca

Todos los significados de los ejemplos, llegan a nosotros por aprendizaje, por experiencia y una vez están en nuestro cerebro somos capaces de decodificar y comprenderlos, hacer cruces mentales para darle un significado de acuerdo a una realidad o contexto.

Una de las maneras más sencillas de comprender cuan importante es la comprensión, se da con los padres primerizos, con el tiempo y la experimentación, aprenden a interpretar los llantos de su bebé, algo que otros no podemos hacer igual.

El mensaje enviado no es siempre el mensaje recibido

―Virgina Satir

Un principio básico de la comprensión se presenta cuando consideramos que no todo significa lo mismo para todas las personas, porque cada cual tiene un punto de vista, su cosmovisión, su propia interpretación, sus limitantes para una persona en un lugar del mundo, un símbolo puede representar algo, para otra quizás no, algo puede ser muy valioso para otra no. Y aún con los temas estandarizados, siempre habrá una interpretación y comprensión muy personal.

Los significados de los símbolos

Un significado es el sentido de una palabra o de una frase (lo que se interpreta, lo que representa, lo que se entiende). Es la manera en la que se ha de entender un objeto, situación o definición. Y a su vez es el contenido semántico (lingüística) de cualquier tipo de signo, condicionado por el sistema y por el contexto de lo expresado.

Al no tener en sí mismos significados los símbolos importan de afuera, desde el exterior ese significado para intentar entender algo, con la limitación de que es imposible tomar un significado y traerlo al sistema como un símbolo (hasta ahora, el significado no puede importarse en forma de símbolos, porque estos nuevos símbolos volverían a requerir interpretación, una espiral sin fin.)

“Symbol grounding”: En la ciencia cognitiva y la semántica, el problema de conexión a tierra de los símbolos pregunta cómo es que las palabras adquieren sus significados y, por lo tanto, está estrechamente relacionado con el problema de qué significa realmente

La cultura y la comprensión

Para comprender, desde el punto de vista de los humanos, los condicionantes culturales entran en juego, y estos son muchos, por lo que sigue estando lejana la comprensión en el contexto de las máquinas por su naturaleza intrínseca.

Una mente no puede entenderse sin la cultura ―Lev Vygotsky Clic para tuitear

El autor de la frase que citamos nos indica que la mente ni el aprendizaje pueden entenderse sin la cultura, pues ésta tiene una gran influencia en nuestro desarrollo.

La información que se divulga en medios sobre productos de inteligencias artificiales que simulan a las de las películas de ciencia ficción distan mucho de la realidad, por lo pronto, debemos pensar en conocer, con propiedad, como funcionan para hacernos una idea de la complejidad de la inteligencia de la que hacemos gala los humanos promedio.

Imagen: Pixabay

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González

Inteligencia artificial: inteligencia y conciencia no son lo mismo

“De qué nos vale el tener inteligencia, si no aprendemos a usar la conciencia.”

―  Ruben Blades

La inteligencia artificial que nos sorprende a diario es «especializada», por más que usted se admire de una mano robótica que soluciona un cubo Rubik en segundos y con precisión, por más que se asombre de que la última actualización de un auto TESLA tenga el servicio de Valet Parking para que recoja en la puerta cochera y usted no se desplace, y aun cuando es funcionalismo el traductor de Google ( que traduce palabra por palabras, pero no comprende ni se maneja con contextos), todas estas funciones de la Inteligencia Artificial son estrechas o especializadas.

Las máquinas cumplen tareas específicas (entrenadas por un humano o aprendiendo de millones de datos BIG DATA que pueden revisar en fracciones de segundos y seguir patrones con la precisión que no tendría una persona que tiene inteligencia natural general y es como todos lo somos, imperfecta.) para las que fueron desarrolladas, no pueden ni desarrollan su inteligencia múltiple como lo hace un niño pequeño hasta que se hace adulto, que aprende, hace varias cosas “bien o a medias” a la vez.

Lo que nos está maravillando en las conferencias, al ver las noticias, los medios masivos y la red (infoxicados, pero aun desconociendo a cabalidad lo que en realidad es inteligencia artificial) son las aplicaciones que usaron el ingenio humano (porque todo lo que hay en IA fue creado por un congénere) en forma de Inteligencia artificial.

No olvide que los artífices de la IA fueron, y son, personas capaces de imaginar y desarrollar los algoritmos que permiten que existan vehículos autónomos, asistentes personales, reconocimiento facial, predice patrones que se aplican a diagnósticos y estudios médicos, juega ajedrez, videojuegos, detecta fraudes, selecciona perfiles y más. Todas son tareas repetitivas, especializadas, que requieren precisión, muchos datos y son tediosas para el humano. Y no abarcan completamente la definición propia de inteligencia

Definición de inteligencia

Es una capacidad mental “general” que involucra habilidades muy particulares:

  • Comprensión de ideas complejas
  • Razonamiento
  • Resolución de problemas
  • Aprendizaje rápido
  • Aprendizaje por experimentación
  • Aprendizaje por experiencia (ensayo y error)
  • Comprensión del entorno

La inteligencia hace gala de una capacidad de capturar el significado de las cosas, darles sentido y de utilizar, cuando así se requiere la imaginación para hacer o no hacer algo, en una determinada situación (autonomía y respuesta frente a lo desconocido) en la que se encuentre el agente inteligente.

La inteligencia va más allá de habilidades académicas, aprendizajes específicos, es esa cualidad que nos permite estar aquí y hacer lo que hacemos a diario.  

Inteligencia y conciencia no son lo mismo, un comportamiento inteligente no tiene por obligación que ser consciente y viceversa.  Las máquinas pueden hacer cosas “inteligentes” pero no pueden ser “conscientes”

Definiendo conciencia:

Es un sentido de lo que está bien o lo que deja de estarlo, pero también es, «la capacidad de representarse reflexivamente a uno mismo», es estar anuentes de que no estamos anuentes de algún proceso que de forma no consciente lleva a cabo nuestra mente (parece un trabalenguas más no lo es), la conciencia no la tienen las máquinas que nos emulan.

Leyendo el paper titulado ¿Qué es la conciencia, y podrían las máquinas tenerla? Encontramos estas consideraciones que explican de forma sencilla que: “la conciencia combina dos tipos diferentes de cálculos de procesamiento de información en el cerebro: “la selección de información para la transmisión global, lo que la hace flexiblemente disponible para computación e informe y el autocontrol de esos cálculos, lo que lleva a un sentido subjetivo de certeza o error.”[1]

En el procesamiento inconsciente es donde reside la mayor parte de nuestra inteligencia humana, que, no olvidemos, es general.

«No podemos ser conscientes de lo que no somos conscientes»

“Este truismo (verdad obvia) tiene profundas consecuencias. Debido a que somos ciegos a nuestros procesos inconscientes, tendemos a subestimar su papel en nuestra vida mental. Sin embargo, los neurólogos cognitivos desarrollaron diversos medios de presentación de imágenes o sonidos sin inducir ninguna experiencia consciente y luego se usa formación de imágenes de comportamiento y el cerebro para sondear su profundidad de procesamiento.”[2]

 “La conciencia es un destello de la pureza del estado primitivo del hombre.” ― Sir Francis Bacon Clic para tuitear

¿Pueden ser las máquinas conscientes?

“La controvertida pregunta de si las máquinas pueden ser conscientes debe basarse en una cuidadosa consideración de cómo surge la conciencia en el único sistema físico que sin duda lo posee: el cerebro humano. Argumentamos que, a pesar de sus éxitos recientes, las máquinas actuales todavía están implementando principalmente cálculos que reflejan el procesamiento inconsciente en el cerebro humano. Revisamos la ciencia psicológica y neuronal de los cálculos inconscientes y conscientes y describimos cómo pueden inspirar nuevas arquitecturas de máquinas.”

Aunque la IA ha tenido un éxito considerable en la resolución de problemas específicos, implementar múltiples procesos en un solo sistema y coordinarlos de manera flexible siguen siendo problemas difíciles para las máquinas no así para los humanos.

Nos admira, pero la Inteligencia Artificial no es consciente, aunque es ¡inteligente a medias!

Imagen:Pixabay

Bibliografía:

https://www.elmundodelsuperdotado.com/que-es-la-inteligencia/

https://science.sciencemag.org/content/358/6362/486.full

https://science.sciencemag.org/content/sci/358/6362/486.full.pdf


[1] ¿What is consciousness, and could machines have it? By STANISLAS DEHAENE, HAKWAN LAU, SID KOUIDER.SCIENCE27 OCT 2017 : 486-492

[2] ¿Qué es la conciencia, y podrían las máquinas tenerla? By STANISLAS DEHAENE, HAKWAN LAU, SID KOUIDER.SCIENCE27 OCT 2017 : 486-492

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González

Tecnofilosofía: métricas del tiempo bien invertido

“No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace parecer así.”

― William Shakespeare

Al enfrentarnos a un nuevo conocimiento la propia naturaleza humana nos hace reflexionar, las preguntas y los hallazgos son parte usual del proceso. De hecho, en la vida tenemos incertidumbres, conflictos y dudas. Nuestros dilemas nos hacen pendular entre posiciones y elegimos sesgados.

Iniciar una conversación sobre tecnología con una interrogante que inicie con la palabra cómo, es lo más común. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué? ¿Por qué?, la aplicación de moda puede hacer lo que hace, es parte de las tantas preguntas que vienen a la mente. Hacemos las mismas preguntas cuando vemos funcionar a un agente artificial en un video, solo que no le ponemos mucha atención porque es un proceso automático (nunca se detiene a preguntarse la razón por la que hace preguntas, simplemente las hace.)

Intentar responder esas preguntas y comprender la razón de la vida a través del pensamiento y la reflexión profunda es tarea de la filosofía.

Disciplina milenaria que surge de la reflexión de las facetas más importantes de la vida humana. Trata de dar respuesta a preguntas que los humanos han formulado desde siempre ¿Dónde estamos? ¿En un mundo o un matriz? ¿Por qué vivimos? ¿Tiene algún propósito? ¿Adónde vamos? ¿Hay vida más allá de la que conocemos? ¿Cómo cambia la vida con la Inteligencia Artificial? ¿Nos dominaran los robots? ¿Qué futuro nos espera? Quizás la pregunta más difícil de responder es ¿Quién soy?, interrogante que dada la gran cantidad de información a la que nos exponemos a diario, y que nos hace creer saberlo todo, no estamos logrando responder correctamente.

Filosofía intenta explicar la tecnología

Al hacer comunión, la Filosofía y Tecnología surge la llamada «Tecnofilosofía» que busca abordar los fenómenos de la cultura digital desde la perspectiva del pensamiento utilizando los hallazgos y guías propias de disciplinas tales como: Filosofía, sociología, neurociencias, filología, así como otras áreas de las humanidades que brindan claridad sobre las cuestiones de la vida que afectan tanto el espectro individual como el social.

La tecnología afecta a las personas, existe porque el ser humano está en búsquedas de comodidad, de facilitar la vida, de mejorar su calidad y de responder preguntas, con ello, aprovechar su inteligencia para desarrollar nuevas herramientas que le permitan enfocarse en lo realmente importante.

Y, como todo desarrollo humano tiene un origen imperfecto e inteligente, es necesario que comprendamos qué, tras toda tecnología hay intereses humanos y están, por ende, reflejados los valores y los sesgos propios de las personas.

Por otro lado, encontramos que los intereses de los que financian las tecnologías y sus estudios, van a privar sobre el bien común, porque es un comportamiento humano natural, obtener beneficio para si primero y luego para los demás.

Es así como, la Tecnofilosofía busca explicar las razones fundamentales de esta nueva «Era Tecnológica» que nos envuelve, con un aluvión de información que difícilmente podremos procesar y utilizar durante toda la vida. 

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.” ― Sócrates Clic para tuitear

La información los datos generados durante los primeros 19 años del siglo XXI son demasiados, los datos capturados y almacenados en la nube (Big Data) durante los últimos cinco años son inconmensurables para una persona.

Nuestro tiempo limitado debería invertirse de forma correcta y esto incluye el uso que le damos a los artefactos tecnológicos en nuestro diario vivir.

Estudiemos pues, aprendamos y sigamos atentos a la tecnología y su impacto en nuestras vidas y sociedades.

Referencias consultadas:

http://www.injuve.es/sites/default/files/Revista102_0.pdf

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González

Redes Sociales ¿Posturas extremas?

«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo»

―José Ortega y Gasset

Siete y cuarenta y cinco minutos de la mañana, camino a su trabajo revisa los titulares noticiosos de su diario preferido en línea, no observa nada interesante, lo cierra, pero en lugar de dejar a un lado el teléfono móvil, prefiere abrir dos de sus perfiles en redes sociales.  Y, allí, justo allí, en la red del pajarito azul, se encuentra con este trino que es incendiario, mal intencionado y que va en contra de todos los valores que usted respeta. No da crédito a lo que lee se pregunta ¿Por qué no hay censura para este tipo de comunicaciones?  

El trino tiene un número cada vez mayor de “me gusta” y muchos le dan la razón escribiendo respuestas igual de soeces y degradantes, se justifican porque ,“a su manera”, le dan su merecido a esa persona que es figura pública y “según dicen”, ha hecho o dicho algo totalmente contrario a lo que ese sector de la población aprueba.

¿Cómo reaccionará? Puede ignorarlo o responder y ser parte de la conversación.  Enfrentarse en una batalla interminable de dimes y diretes que quizás no lo lleven a un buen final.

Usted decide ignorarlo, no responder, pero algo en su día ya no está bien, está de mal genio, le molestó lo que leyó y lo menciona a su compañero de trabajo, quien busca el trino y decide darle seguimiento.

A las diez de la mañana aparece una nueva versión de la publicación, todo lo que se aseveraba es falso, pero ya es tarde, han vilipendiado y hecho escarnio público de aquella persona, porque nadie fue capaz de comprobar fuentes antes de “trinar” ¿Le parece familiar esta situación? ¿Cuántos tweets ha respondido por impulso y sin pensar en lo que pueden hacer?

La Filosofía de José Ortega y Gasset se asienta en la vida humana y su realización

Ortega y Gasset a quién citamos en un inicio creía que cada uno de nosotros estamos, lo queramos o no, condicionados por las limitaciones y libertades que nos facilita el entorno.  Funda el conocimiento de la vida humana como la realidad radical, uno de cuyos componentes esenciales es la propia razón. Y si trasladamos este sentir a las redes sociales, que no son parte de un mundo virtual, son en suma la representación de la realidad para muchas personas, el referente al que le creen, la situación es más seria de lo que creemos.

Las redes sociales con la rapidez e inmediatez, así como la mundialización de los contenidos nos obligan a o aprender a movernos con cuidado para construir una reputación digital y no destruirla por circunstancias que no nos dejan razonar sin poner por delante las emociones.

Si la función del pensamiento no es tratar de enmarcar la vida en esquemas racionales, sino procurar seguirlo para dar razón de ella, es necesario que veamos cual es el rol que juegan las redes sociales en el ejercicio del derecho a expresarnos, a pensar y si realmente “pensamos” antes de enviar un trino o publicar una actualización.  El ejercicio de análisis de éstas podría sorprender a mas de una persona. Somos cada vez, menos conscientes de que nuestra identidad digital es la otra cara de nuestra identidad individual y que en la red, es muy difícil borrar todos los rastros que estamos dejando.

La radicalidad de la vida, se manifiesta en nuestras acciones en redes. Según el filósofo este concepto significa que es algo incondicionado, tiene una realidad radical porque todo lo que nos acontece está referido a ella.

Lo que queremos, pensamos o sentimos tiene que ver con la vida, en pocas palabras, toda gira en torno a ella y no puede existir nada fuera de ella, incluyendo, por supuesto, lo que hacemos en redes sociales.

Posiciones encontradas

Con tan solo ver un mensaje las personas toman partido, ya sea a favor o en contra, pero no se quedan allí, van más allá, comentan, deducen, creen, opinan y propagan a través del reenvió el contenido.

Desde los temas más sencillos hasta los más complejos suscitan emociones y a su vez reacciones. No tendría nada de malo, si solo fuesen comentarios inocentes, pero gran parte de ellos, son infundados y motivados por antivalores o por esa necesidad de participar, de formar parte.

Existe un grupo, cada vez mayor, de usuarios que expresan su opinión y debaten opiniones contrarias generando batallas de palabras y mensajes con su respectivo número de personas a favor y en contra.

En repetidas ocasiones los usuarios simplemente leen un mensaje, no saben a ciencia cierta lo que implica, pero no dudan en comentar sin ningún tipo de filtro o control.

Destruir una imagen parece ser el nuevo objetivo de las redes que antes eran sitios de convergencia de ideas y lo peor es que parece que la gran mayoría de usuarios no atina a comprender que están siendo parte, que promueven conductas que en fuera del mundo virtual, donde no te ocultas tras un icono, no tendrían.

La filosofía y las redes sociales

Nuestro tiempo es limitado, nuestras interacciones en la red, las horas que dedicamos a ellas, son en suma un gasto o una inversión de ese bien que tenemos. Utilizarlo sin pensar en lo que estamos haciendo es, quizás, el gran error de los usuarios, nos colocamos frente a un dispositivo móvil, que tiene un teclado, consumimos grandes cantidades de datos ajenos, nos inmiscuimos y queremos participar en todo tipo de conversaciones ¿Y qué ganamos?

El pensamiento según Renato Descartes demostraba la existencia a partir de su existencia, «cogito ergo sum» (pienso, luego soy), el filósofo entendía la existencia del «yo» cómo un ente pensante o «res cogitans», defendiendo en consecuencia, una posición dualista de la naturaleza humana. Lo que nos lleva a pensar que esa dualidad que tenemos (digital/real) es un todo indivisible y ser conscientes de ello al participar con conciencia de las redes reivindica el uso que le damos a la capacidad de razonar y comprender nuestro entorno, haciendo lo mejor para nosotros y para los demás. 

No permita que las redes sociales le enajenen, ni le radicalicen, recuerde que allá afuera hay varios puntos de vistas, el suyo, el del otro y el de los demás y todos, tienen un espacio y una oportunidad de ser considerados válidos.

Imagen: Pixabay

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González