Consumidores, necesidades y seguimiento de patrones conductuales con inteligencia artificial

Según datos de Smart Insights un 48% de los consumidores comienza una investigación de compra con una búsqueda desde el móvil. 

El teléfono móvil y las aplicaciones más populares utilizan los llamados “tracking de comportamiento de compra, de lectura e intereses” para “conocernos mejor” y así, ofrecernos, las mejores experiencias de navegación y compra.  Utilizan, con este propósito mecanismos que combinan inteligencia artificial y Big Data.

Suena inocente, pero lo cierto es que de no contar con mecanismos de protección y al desconocer lo que está detrás del análisis y la colección de datos, así como nuestros derechos de privacidad, estamos enfrentándonos a una industria que ya puede predecir lo que haremos y si no tienen controles éticos nos ofrecerán lo que jamás podremos pagar, pero sí, consumir.

En la actualidad muchos de los sistemas de inteligencia artificial permiten predecir en tiempo real patrones de comportamiento de los usuarios, apoyados en Big Data para el manejo y de cantidades ingentes de información que se recolectan de nuestros dispositivos móviles a diario.

¿Qué hay de malo en predecir lo que haremos?

Algunos dicen que les ahorra tiempo, que les gusta que una máquina piense por ellos, les ofrezca y sugiera, les muestre las noticias e informaciones que les interesan. Otros empiezan a preocuparse porque se han dado cuenta que no solo es un tema de ofrecerles la mejor opción, hay mercadólogos especializados en retail digital que configuran de tal manera los predictivos y la oferta que relacionan productos, conductas y casi que subliminalmente inducen a comprar.

“¿Por qué a los seres humanos contemporáneos les fascina comprar y consumir, y sin embargo sienten muy poco apego por lo que compran?”

― Erich Fromm

¡Exactamente! Ya no tiene libre albedrío, alguien le conoce tan bien que puede llevarle de forma casi mágica “como el flautista que llevaba las ratas fuera de la ciudad, hechizadas por su música, famoso en el cuento infantil”, a comprar lo que una empresa desee venderle, siempre y cuando conozca su patrón de conducta.  

Nuestro cerebro a merced de un algoritmo

El cerebro humano obtiene conclusiones de patrones escondidos que se desarrollan con el tiempo, la experiencia y el aprendizaje. La inteligencia artificial obtiene conclusiones de patrones de millones de datos y lo hace en fracciones de tiempo, pero no solo eso, trabaja, sin quejarse, para quien la pueda pagar.

En este periodo de cambios y desarrollo de nuevas tecnologías no logramos terminar de aprender algo, cuando surge algo nuevo, le estamos proporcionando datos a las máquinas para que interpreten el cerebro y la conducta humana con diversos fines.

«Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante.»

―Ivan Pavlov

Leyendo a Ivan Pavlov, fisiólogo ruso que contribuyó con la corriente psicológica del condicionamiento clásico que pertenece al “conductismo” nos damos cuenta de que, al dominar las claves de nuestra conducta, básicamente nos controlan y si para ello, se utiliza un agente artificial que nos supera en relacionar patrones y agilidad, estamos en desventaja.

Una nueva pirámide de jerarquización de las necesidades humanas

Especialistas en branding y comercialización comentan que las necesidades descritas por Maslow en su propuesta psicológica aún en el siglo XXI se respeta pero que las características sí varían.

Recordemos que Abraham Maslow es considerado el padre de la corriente psicológica llamada humanismo y es recordado por su teoría de las necesidades humanas: La Pirámide de Maslow

A esta pirámide algunos le han adaptado en la base un nuevo nivel jerárquico que incluye WiFi y acceso a carga o batería del dispositivo móvil. Planteamiento que es necesario considerar con cuidado, porque si nos hacen creer que dependemos (necesidad básica, vital) como seres humanos de una conexión a la red para vivir, nos estamos conformando con ser “autómatas dependientes de la conectividad” y dejamos de lado nuestra propia naturaleza individual humana.

Maslow dijo: “Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo”, aplica perfectamente a la era digital, si vemos el móvil como la única herramienta haremos de ello el centro de nuestra conducta.

La ética en la gestión de datos y la implementación de programas que utilizan inteligencia artificial deben ser inamovibles de los planes estratégicos de las empresas que respetan los derechos fundamentales de los consumidores, porque al final del camino otros harán lo mismo con nuestros datos y conducta de compra, si no se reglamenta a tiempo el uso que se le da, y esto aplica a todos los ámbitos de nuestra vida.

.Imagen: Pixabay

Referencias consultadas:

https://www.elespectador.com/economia/inteligencia-artificial-para-predecir-los-consumidores-articulo-688392

Escrito por Msc. Irasema Rivas-González