La adopción masiva del uso de Internet ha traído consigo también una realidad de la cual la mayoría de las personas no es consciente, y es que se deja una huella fuerte y clara en ella, y que constituye la base de nuestra Identidad Digital.
La identidad es básicamente el conjunto de rasgos de una persona o un grupo, que permiten diferenciarla de los demás. Así como una persona generalmente es identificada por su nombre y apellido, identidad nacional, género, creencias y costumbres, sus gustos, preferencias y valores, la era digital ha traído nuevas
Algunas de la aplicaciones más comunes con las que se interactúa y que conforman nuestra identidad digital, son por ejemplo la navegación web, la cual deja trazas de los sitios que visitamos, las aplicaciones de mensajería corta, nuestro correo electrónico, los perfiles y el contenido que publicamos en redes sociales, los contenidos digitales que generamos como blogs propios, y finalmente los comentarios que hacemos en foros, blogs, redes sociales y hasta en sitios en los que podemos dejar una opinión de un producto, un restaurante, un hotel, o hasta una aerolínea, entre otros.
Entre la información y datos que comunicamos en estas aplicaciones, y que definen nuestra identidad digital, están por ejemplo nuestros contactos y círculo de amistades, fotografías, números de carné de identidad, licencia, grupo sanguíneo, nombre de empleadores, familia, preferencias de ocio, idiomas, y una larga lista más que pudiera mencionarse.
Es decir, que gracias a la identidad digital es más fácil conocer a las personas, así como darse a conocer a los demás. Asimismo, es posible como nunca en la historia, relacionarse “tanto y con tantas personas simultáneamente”. Van derrumbándose barreras de privacidad, la cual de por sí, cambia hasta su propia definición de cómo la conocíamos. Hoy es muy posible y probable que incluso personas que no tengan cuentas de redes sociales, blogs o interacción directa en Internet, tengan una identidad digital y buena parte de la información mencionada en el párrafo anterior, esté visible en línea.
Ante este escenario, y dado que habrá una identidad digital de cada uno de nosotros queramos o no ¿Por qué no mejor decidir cómo queremos que nos conozcan? El sentido de pertenencia es una necesidad humana histórica, que también se ha visto impactada por la nueva era digital.
Rafael Cisneros
Director
Empresas y Negocios
Telefónica Business Solutions Centroamérica