Impresión 3D, lo que puede aportar a la sociedad

¿Qué le parecería participar en un proyecto que promete redefinir los sistemas productivos, reducir los inventarios, disminuir residuos e incrementar la producción local utilizando tecnología?  Seguramente todos estaríamos interesados en formar parte de este equipo. Y aunque parezca algo utópico lo que propone este enunciado, en la actualidad se trabaja en la mejora de una de las tecnologías (que más se ha popularizado) que conforman el Digital Factory.

La impresión en tres dimensiones junto a la manufactura avanzada busca hacer cambios en los modos de producción abriendo oportunidades para pequeñas y medianas empresas. Los gobiernos que la incluyan en sus proyectos futuros de sostenibilidad y crecimiento tendrán una tecnología aliada que les permitirá, por ejemplo, impactar dramáticamente en áreas sensitivas como la creación de viviendas de interés social y en la sanidad.

Investigando sobre los avances en tecnologías encontramos una noticia reciente que mencionaba que tras años de polémica se ha levantado la prohibición de vender diseños 3D de armamentos en los Estados Unidos, permitiendo a cualquier ciudadano fabricar su propia arma de fuego mediante tecnología 3D. La decisión fue tomada 4 años luego de la polémica que surgió con respecto a los riesgos que implica tener la posibilidad de fabricar armas indetectables, no registradas y sin trazabilidad en el mundo.  Sin entrar en detalles por lo complejo de la noticia y todas las implicaciones que involucra en cuanto a libertades individuales, avances tecnológicos y gobernabilidad, nos preguntamos ¿Qué otros usos en beneficio de las mayorías podemos darle a la tecnología 3D?  No fue difícil encontrarlos. Pero antes de responder la interrogante revisemos juntos la clave de la impresión en tres dimensiones.

Impresión e impresoras 3D

La impresión 3D nos da la posibilidad de crear piezas sólidas y en tres dimensiones (alto, largo y profundidad) conectando una impresora directamente a un dispositivo digital (computadora, tableta, teléfono inteligente), permitiéndonos hacer reales aquellos modelos volumétricos que vemos en la pantalla. A esta tecnología se le define como el conjunto de técnicas digitales de fabricación por adición donde objetos tridimensionales son creados por superposición de capas sucesivas de un material.  

En los años ochenta se crean las primeras impresoras 3D, según la literatura relacionada al tema iniciaron tanto en investigación y como en el área industrial. Con el paso del tiempo pasaron de ser enormes y complejas a económicas, fáciles de operar y pequeñas. Su popularidad sigue en aumento, hoy es normal encontrarlas en escuelas y universidades, empresas, residencias y si la persona tiene la habilidad y las ganas puede armar su propia impresora siguiendo planos e instrucciones de tutoriales en línea. Paralelizando podríamos decir que ya se comienzan a utilizar impresoras tridimensionales tal como se hizo con la introducción al mercado de las impresoras de tinta. Y se espera que esta tendencia siga en aumento.

Los materiales que se utilizan en el proceso de la impresión 3D, van desde el nylon y poliestireno, hasta mezclas de alimentos. Y se imprimen un sinnúmero de artículos entre ellos piezas, accesorios, juguetes, repuestos, equipos médicos, prótesis, ropa, herramientas, casas, y alimentos.

Volviendo al tema de los usos positivos de la impresión 3D encontramos ejemplos esperanzadores que compartir. Una muestra interesante lo es la creación de viviendas. Hace poco una empresa emergente valenciana Be More 3D presentó la primera casa construida en España (tercera del mundo construida de forma digitalizada, cuyos cimientos han sido levantados utilizando una impresora de hormigón de 7 metros de ancho y 5 de alto, utilizando la primera impresora 3D patentada en el país.) con una impresora 3D. La vivienda tiene 24 metros cuadrados y fue edificada como modelo piloto por la startup junto a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

Por otro lado, la BBC informó sobre una familia en Nantes, Francia que es la primera en el mundo en mudarse a una casa impresa en 3D. La residencia tiene 95 metros cuadrados y puede albergar a cinco personas con cuatro dormitorio.  Su diseño es inclusivo, incorporó domótica a través de controles digitales para personas con discapacidad-

Otro uso que se enfoca en el beneficio del ser humano viene bajo el paraguas de investigadores espaciales rusos. El equipo de cosmonautas de la Estación Espacial Internacional tiene un proyecto que busca cultivar pequeñas muestras de tejido cartilaginoso humano y de glándula tiroides de roedores con una impresora 3D. En un comunicado la Corporación Espacial y de Cohetes Energía dio a conocer que “El equipamiento para el experimento ‘Bioimpresora 3D magnética’ está siendo preparado para ser enviado a la EEI en otoño, sus cubetas se llenarán con los reactivos químicos necesarios para fabricar y luego fijar el material cultivado, así como con muestras biológicas a partir de las cuales se construirán las estructuras finales”.

El lado humano del uso de esta tecnología lo encontramos ligado a la sensibilización y responsabilidad social, que le da Guillermo Martínez, joven ingeniero español que ha fundado la oenegé Ayúdame 3D que desarrolla prótesis para personas en Kenia. Las piezas creadas a partir de dos impresoras tridimensionales tienen el propósito de ayudar a personas sin recursos que han perdido una extremidad.  Su historia es realmente humana, motivadora y nos muestra la capacidad que tiene la tecnología bien utilizada para cambiar vidas.

 

 

Para finalizar compartimos la noticia de la creación de una Incubadora de alta tecnología en impresión 3D en Cataluña cuya finalidad es impulsar a emprendedores y Pymes en la industria 4.0, según se dio a conocer estará ubicada en el área metropolitana de Barcelona, sumándose a las otras multinacionales de tecnología que han elegido esta ciudad para establecer sus sedes.

Estos avances en el campo de la impresión tridimensional en Europa y otros países con el tiempo se verán reflejados en nuestra región. Razón de peso para no perder de vista todo lo que se está logrando y pensar en cómo podemos utilizarlos en beneficio de la sociedad.

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