Hong Kong es una de las ciudades más emblemáticas y atractivas del planeta, su ritmo de vida, su dinámica empresarial es icónica, pero con restricciones de viajes desde y hacia la capital financiera del coloso asiático las cosas lucen distintas.
China restringió los viajes desde el territorio continental hacia la isla y viceversa, cerrando puntos fronterizos, limitando el servicio de trenes y aviones para evitar de alguna manera, que se propague el coronavirus.
El mayor centro financiero de Asia, sede de grandes bancos y multinacionales, está prácticamente dormido, sin el bullicio regular, porque las personas están en sus hogares, trabajando desde sus residencias.
¿Y cómo nos afecta en términos de tecnología y ecosistema digital?
Nos afecta muchísimo, en la cadena de distribución de productos, en la dinámica comercial de países de la región centroamericana, altamente dependientes de la producción china.
Economistas, empresarios y analistas están preocupados y han hecho advertencias al resto del mundo. La emergencia asiática afecta más que la salud, no hay país, con relaciones comerciales con China, que no se vea directa o indirectamente afectado.
Las grandes compañías de comercialización de móviles y dispositivos tecnológicos están cambiando sus proyecciones de ventas del primer trimestre del año y establecen “shortage” o reducciones en sus producciones, inventarios y por ende en las ventas.
Por ejemplo, la producción de Apple depende de China en gran medida, la quinta parte de sus ventas se llevan a cabo en ese país, también, es conocido que fabrican y ensamblan gran parte de los componentes de productos más vendidos en el mundo.
Sin productos que vender, las industrias de la comunicación y el activo entorno digital de la promoción de productos y servicios se ve afectado.
Si usted hace sitios web para clientes que venden productos traídos de China, probablemente se verá afectado, sin productos para vender es probable que el responsable de estrategia se decante por una reducción de la inversión en comunicaciones digitales hasta segundo aviso.
Extrapolamos esta situación y veremos que en la cadena de abastecimiento y comercialización se verán afectadas más personas y negocios de los que se cree.
Medidas que afectan el ambiente comercial y social
Frente a esta variable incontrolable las medidas son tan extremas que se les ha ordenado, desde el gobierno, a todos los bancos chinos “lavar su dinero efectivo”, cada billete que entra es desinfectado con luz ultravioleta y altas temperaturas, luego se almacena por catorce días antes de que vuelva a circular.
En el caso de las congregaciones religiosas, los católicos han tomado acciones, el Prelado alentó a los fieles a ver la Misa dominical en línea, porque las misas han sido canceladas hasta próximo aviso.
El calendario de eventos y ferias se ha visto detenido. Entre lo más relevante se lee en noticias que el torneo de la Serie Mundial de Rugby “A Siete”, evento que reúne a financieros corporativos y clientes, inyectando a la industria del entretenimiento, deportes y turismo, se ha pospuesto seis meses debido al coronavirus.
Plantas de producción de automóviles en Sur Corea, han suspendido operaciones porque sin el suministro de partes por la situación de alerta China, no le permite a la gigante Hyundai mantener el flujo de producción regular.
Aerolíneas que cancelaron sus rutas al país, agencias de turismo sin paquetes que ofrecer, hoteles prácticamente desiertos, eventos y actividades suspendidas, cafés cerrados,
Durante las últimas semanas hemos visto como los medios, impresos y digitales, dedican páginas a mostrar al TELETRABAJO como alternativa experimental recomendada por el gobierno chino, por lo pronto, se está manteniendo la actividad en aquellas áreas que es posible, aunque existen muchas funciones de fabricación y procesos que requieren de la presencia física del trabajador.
¿Entraran los robots en acción? ¿Hay suficientes para suplir la mano de obra requerida? Muchas son las dudas e incertidumbres que no se consideran al especular sobre el impacto mundial del coronavirus en regiones tan lejanas de Asia como la nuestra.
En Panamá, justamente, se encuentra en proceso de sanción presidencial, la ley que regula el teletrabajo. ¿Veremos cada día más teletrabajadores en la región? Solo el tiempo nos permitirá saberlo.
Imagen: Pixabay
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