“El rol de la cultura es tal que da forma a cómo reflexionamos como sociedad sobre quiénes somos, dónde hemos estado y a dónde esperamos llegar.”
-Wendell Pierce
La cultura influye en todo lo que hacemos, en las decisiones que tomamos, en la manera como nos conducimos y por supuesto que en la forma como nos enfrentamos a los cambios y nos adaptamos a ellos. Es tan influyente que existen algoritmos culturales que se toman en cuenta en el proceso de decisión y que deberían ser del conocimiento de todos los que están interesándose por hacer chatbots, agentes conversacionales y otros tipos de agentes inteligentes que muy pronto tendrán mayor impacto en la sociedad.
Si vemos “los resultados de la IT Transformation Maturity Curve (encuesta) realizada en 2018 por la consultora ESG (Enterprise Strategy Group) a directivos de todo el mundo comprendemos que existe una carrera por la digitalización en el mundo empresarial. El 96% de las compañías están inmersas ahora mismo en algún proceso de transformación digital. Asimismo, el 81% de los consultados (personas) considera que las empresas que no se digitalicen dejarán de ser competitivas.”
Según Iberdrola con respecto a la “inversión, la consultora International Data Corporation (IDC) pronosticó que en 2019 se gastarán en el mundo 1,25 billones de dólares en tecnologías y servicios necesarios para acometer la transformación digital corporativa.” En las empresas trabajan personas que tienen una gran influencia que las une y separa, esa es la cultura, la cultura es un ente que genera unión o desune, conocer cómo afecta lo que hacemos es necesario.
¿Qué es cultura y porqué es tan importante para transformarse digitalmente?
Cultura es uno de esos conceptos difíciles de definir, que nos enfrentan a diversidad de opiniones, por lo relevante y trascedente que es para la sociedad.
Utilizaremos la definición de la RAE, que nos habla de un conjunto de conocimientos que permite alguien desarrollar su juicio crítico. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico industrial, en una época, grupo social.
A la luz de esa definición es mucho más fácil darnos cuenta de que el concepto está ligado de forma indisoluble a la constante: cambio, que implicará transformaciones y qué es, precisamente, en esa búsqueda de herramientas y vías que nos permitan abordar la transformación que nos encontramos con la cultura.
La cultura es importantísima y no hablamos de la cultura de la organización, porque esa es condicionada a los lineamientos directivos, hablamos de la cultura de las personas (recordemos que la transformación viene y va de gente) de los clientes internos, esos que son importantes para que atiendan bien a los clientes, a los usuarios.
En lo personal tengo cerca de 15 años estudiando e investigando sobre los temas culturales y su influencia en el comportamiento de compra, la conducta de las personas, así como en la rápida o lenta adopción de nuevas tecnologías en sus vidas y rutinas. He podido identificar un elemento claro, las personas siguen aquello o a aquellos en los que cree, y si los involucras se involucran.
Importa que el personal, que su equipo de trabajo debe recibir información, conocer que se espera del proyecto de transformación y cómo afectará su posición laboral. Involucrar a la gente es el primer paso, y es el más importante, si el equipo de trabajo no se involucra, se hace parte del cambio, no logrará sus objetivos.
Si usted espera transformar digitalmente una empresa observe con cuidado el comportamiento colectivo de su equipo de trabajo, detecte a los líderes naturales (con o sin cargos de responsabilidad sobre otras personas). Hay una cultura que identificar y con esa data (insigths) es necesario que se hagan los cambios y ajustes para que la estrategia de transformación pueda implantarse y prosperar.
Imagen: Pixabay
Referencias Consultadas:
https://www.iberdrola.com/compromiso-social/transformacion-digital-cultura-empresarial