Fortaleciendo sus competencias digitales y habilidades tecnológicas

«En la Era Digital lo más prudente es atreverse»

Shimon Peres

Las personas tienen la capacidad de mejorar y adquirir tanto competencias como habilidades, es por eso que se invierte muchísimo dinero en capacitación y formación permanente.  Y es la razón por la que en ocasiones nos encontramos con trabajadores extraordinarios que cambian de puestos y responsabilidades con gran éxito.

Aprender nos viene bien a los humanos, tiene una relación directa con la educación y el desarrollo personal. Una vez se orienta y dirige adecuadamente se obtienen los resultados, en especial cuando el estudiante se encuentra motivado.

A partir del reconocimiento de patrones y de las bases de datos los agentes artificiales son capaces de aprender, ya sea por su propia cuenta (machine learning) o al ser programados para hacerlo.

Según Wikipedia “el aprendizaje es el proceso a través del cual se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores. Esto como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación.”

“Aprender es una de las funciones mentales más importantes en humanos, animales y sistemas artificiales. En él intervienen diversos factores que van desde el medio en el cual se desenvuelve el ser humano, así como los valores y principios que se aprenden en la familia.”

¿Qué le motiva a aprender?

Sean cual sean sus razones, esa motivación es la clave para aprender. Según Feldman (2005) El aprendizaje es un proceso de cambio relativamente permanente en el comportamiento de una persona generado por la experiencia.

Todo proceso de cambio supone, valga la redundancia, un cambio conductual, debe ser perdurable en el tiempo y ocurre a través de la práctica o de otras formas de experiencia.

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.” ―Eduardo Galeano Clic para tuitear

Aprender supone cambiar y el cambio usualmente se encara a la resistencia natural, a los humanos no nos gusta cambiar porque nos saca de nuestra zona de confort. Los cambios son parte permanente de nuestro crecimiento, pero implican dejar atrás cosas que nos gustan, afectos y costumbres. La reacción natural al cambio en ocasiones es el temor porque lo desconocido nos asusta, es un mecanismo de protección humana.

¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle?

George Herbert

A pesar de ese temor natural, el cambio tiene su lugar en nuestras vidas y debemos aprovechar que es algo natural a la condición humana. En un cambio de Era es necesario aprender y formarse para desarrollar capacidades tecnológicas, competencias y habilidades que nos permitan comprender los nuevos modelos de negocios, los cambios sociales y culturales que están teniendo lugar.

¿Qué competencias son necesarias?

Toda persona que pretende vivir con propiedad en la Era del Conocimiento debe adquirir estas habilidades para ser competente digital:

  • Comunicación y colaboración en red.
  • Civismo digital (Ética y valores )
  • Búsqueda y recuperación de información en la red.
  • Tratamiento, presentación y difusión de la información digital.

Es interesante observar que las habilidades y competencias más requeridas son inherentes a nuestra naturaleza humana, a temas básicos de aprendizaje y comportamientos humanos que nos permiten comprender, ser capaces de trabajar, desarrollar tecnologías y hacer uso de ellas a nuestro favor.

Para fortalecer el conjunto de conocimientos y habilidades​ que permiten un uso seguro​ y eficiente de las tecnologías de la información y las comunicaciones (Competencias digitales en inglés e-skills) es necesario conocer cuales son y hacer un esfuerzo por mejorar aquellas en las que fallamos o podemos hacerlo mejor.

Existe una gran cantidad de información y capacitación disponible que puede ayudarle a mejorar y fortalecer sus capacidades. El cambio, el aprendizaje y la búsqueda de conocimiento son tres constantes que forman parte de la vida del ciudadano del siglo XXI.

Imágenes: Pixabay

Escrito por: Msc. Irasema Rivas-González