Hacer algo espontáneo, entretenido e inesperado es tan natural, que no le prestamos la atención, debida, enumeramos tres acciones, que proceden de cualidades humanas, que los robots aún no logran emular. Y es que, para lograrlo, deberían tener inteligencia general natural, la inteligencia qué, aún con nuestra imperfección, nos permite relacionar conocimientos, inventar, imaginar y usar, en el momento, apropiado lo que hemos aprendido y que está almacenado en algún sitio de nuestro cerebro.
Así de fantásticos somos, máquinas con una programación y recursos que no utilizamos en su totalidad, pero lo olvidamos y le atribuimos características de semidioses a los algoritmos y robots.
La inteligencia artificial ha logrado perfeccionar comportamientos siguiendo patrones, esos patrones son o fueron creados por cerebros humanos capaces de imaginar que una máquina, a través de algoritmos, sea capaz de entregar mejores resultados, más precisos que los que podemos entregar nosotros.
Esa capacidad para imaginar y proyectar una idea en el futuro, dar los pasos que se requieren, colocar cada pieza en su lugar para que pase, esa es una de las habilidades que están vedadas a los robots actualmente.
Afrontar problemas desde diversos ángulos
Si el algoritmo está programado o diseñado con unos límites precisos, es improbable que se salga de ellos, es casi imposible que sea capaz de buscar nuevas alternativas o perspectivas desde las cuales afrontar el problema.
Es más, no puede, tal como usted si lo haría, despertar a media noche con una idea que se relaciona con el problema, anotarla, volver a dormir y retomarla al día siguiente, es uno de esos comportamientos que solo un humano manifiesta.
En tiempos de tecnología, disrupción y cambios, aunque lo quisieran sus creadores, los robots no son capaces de anticipar nuevas tendencias, comprender empáticamente las necesidades de los usuarios, actuales o futuras para proponer alguna acción que de forma inesperada solucione un problema que ni siquiera la audiencia sabe que tiene.
Imaginar, imaginar, imaginar
Otro tema común para nosotros. En cuantas ocasiones nos han dicho: imagínate que … y nuestra mente coloca esos elementos faltantes, y el interlocutor no duda que hemos podido recrear “sin elementos físicos” esa idea que el nos comunicó con palabras.
Los algoritmos no están diseñados para imaginar, para crear escenarios hipotéticos que ellos mismos puedan comprender y vivenciar .
Al ser tan espontáneos, los humanos, llevamos a cabo acciones inesperadas, inclusive para nosotros mismos, en lenguaje coloquial “nos salimos del guión” e improvisamos, haciendo uso de la experiencia y los conocimientos adquiridos previamente.
Hemos mencionado solo tres de las habilidades humanas que los robots no son capaces de emular y que nos permiten comprender porque es necesario trabajar en colaboración humano-máquina para obtener mejores resultados.
“La inteligencia artificial hará a los ricos más ricos y a los pobres más pobres”
― Kai-Fu Lee
¡Preocupante! Es el calificativo que merece una aseveración como la que ha hecho uno de los expertos en inteligencia artificial más grandes del mundo.
Si los que toman las decisiones de negocios, política y economía no encuentran una solución a la desigualdad y la distribución de las riquezas, la sociedad se verá afectada en proporciones de alcance mundial porque la IA responde a quien la tenga en su control.
Al momento en que el mercado laboral mundial se encamina a integrar más soluciones inteligentes cada uno de nosotros, como sociedad, estamos a merced de cambios que nos afectarán directamente, porque querámoslo o no, la tecnología tiene implicaciones de carácter subjetivo, es decir, responde a los objetivos e intereses de quien la utilice, conlleva el buen uso de los valores de sus propulsores y usuarios.
Herramienta que resuelve problemas
Si bien es cierto, la inteligencia artificial se desarrolla para darle respuesta a problemas, lo que nadie pone en duda es el poderío que asume quien se hace del “capital intelectual” , es decir, quien contrate o pueda pagar los servicios de ingenieros, investigadores, desarrolladores y estudiosos de tecnología ostenta un poder cada vez mayor, poder que con el paso del tiempo trae como resultado potencias tecnológicas en las manos de personas que no necesariamente están pendientes del bien de la sociedad.
El ejemplo más claro lo es el Valle del Silicio, quien haya leído su historia o estado hace cincuenta años no dudaría en mencionar que era, en sus inicios una vasta zona sin utilizar que le pertenecía a la Universidad de Stanford. Fue precisamente, Frederick Terman, profesor quien tuvo la idea de utilizar la propiedad para el desarrollo inmobiliario e intelectual, por lo que estableció un programa para incentivar a los estudiantes egresados a quedarse allí, proveyéndoles de capital riesgo. De inicio contó con William Hewlett y David Packard, quienes conformarían la empresa Hewlett-Packard y así comenzó la historia de éxito de una serie de pequeños edificios industriales alquilados a muy bajo costo a compañías técnicas y emprendimientos de egresados de la universidad.
Con datos, información y profesionales que posean el conocimiento, las compañías dominaran no solo el mercado, dominaran en el ámbito social, ya el económico lo tendrán, así que les resta el poder político y con estos tres poderes trabajando para ciertos intereses hay que prestar atención a lo que puede suceder.
La inteligencia artificial y la cadena de desigualdad
Con la absorción de tareas manuales, si la mano de obra que realizaba este trabajo no se prepara para hacer otro tipo de labores, tendremos mayor número de personas no solo desempleadas, ociosas, con un teléfono móvil en la mano y acostumbradas a que una máquina hace lo que antes tenían que realizar ellos.
Esta situación, hipotética, se transforma en un detonante de la brecha de clases, porque contrario a ellos, los hijos de los ricos, se harán de mayores conocimientos, podrán pagar por los talentos que están creando productos y servicios de IA que serán determinantes para generar más riquezas.
¿Cómo se puede mantener la neutralidad de la inteligencia artificial?
Desde hace algunos años, ciertas personas han advertido de la posible falla del panorama económico y social de la humanidad cuando se desarrollan tecnologías poderosísimas, pero a su vez, existen países y poblaciones que no tienen siquiera acceso a la red. De igual manera, existen aquellos que ven a la inteligencia artificial desde la visión de las películas de ciencia ficción y no creen que sea un tema que les atañe, solo piensan que es entretenido y que no les afectará.
Otras personas están decidas a divulgar, promover y propiciar un ambiente de conocimiento, discusión y análisis desde la óptica del bien común y los valores éticos para que esta revolución inteligente cumpla su cometido, ayudar a los humanos a vivir de la mejor manera posible, haciéndola accesible a todos.
El doctor Kai – Fu Lee ha presentado el libro (ensayo) «Superpotencias de la inteligencia artificial», libro que nos hace ver el papel clave de las dos superpotencias en IA China y Estados Unidos y cómo cada individuo debe hacerse responsable de su rol ante los cambios que se darán con la implantación masiva de soluciones de inteligencia artificial en cada aspecto de nuestras vidas.
Aprender, investigar e involucrarse son los elementos claves para hacerle frente al reto que supone la llegada de la IA al sector laboral y su consecuente cambio de paradigmas en las sociedades que hoy conocemos.
Saque sus propias conclusiones, pero no deje para después investigar y adentrarse al estudio de la inteligencia artificial en la gestión empresarial, verá con otra óptica el futuro que se avecina.
“Laurentino Cortizo Cohen, presidente de la Republica de Panamá, sancionó la Ley 76 que regula el teletrabajo en Panamá.”
febrero 2020
Se adapta el sistema laboral panameño a las tendencias que están acaparando el mundo entero. Esta ley abre paso a las iniciativas que estarán surgiendo en la región con respecto al trabajo que no requiere de una presencia física obligada para llevarse a cabo.
De igual manera, es una opción viable para la inserción al mercado laboral de talentos que por motivos de discapacidades o problemas para movilizarse permanecen lejos de la vida económica activa, privando al mundo de su capacidad y aporte productivo.
Pensemos por un momento en aquellas personas que se enferman (realizan tareas que no exigen la ubicación física o su presencia en una oficina con horarios establecidos), cuyas capacidades mentales, competencias y ánimo les permiten seguir aportando y ganándose el sustento, definitivamente que el teletrabajo es una opción.
La red, las tecnologías y telecomunicaciones de última generación llegaron para cambiar el ecosistema laboral, con estructuras robustas en materia de seguridad, banda ancha y una nube funcionando, cada vez mejor, el profesional con perfil remoto deja de ser algo excepcional, los roles se abren al mundo.
En este período de cambios tecnológicos las empresas tienen la opción, de conseguir el mejor talento en cualquier parte del mundo, también tienen la posibilidad de brindar a los trabajadores la opción de realizar su trabajo de forma remota o seguir yendo a una oficina.
La mejora en la calidad de vida, el desempeño medido a través de objetivos y costos en control son algunas de las ventajas. Evidentemente se requiere DISCIPLINA, RESPONSABILIDAD, competencias y deseo de trabajar por parte del teletrabajador.
El mundo y el trabajo remoto
En el estudio titulado “The Rise of Remote Work”/ “El surgimiento del trabajo remoto”, se muestra que cada vez más personas trabajan de forma remota en los Estados Unidos. Los datos de este estudio tienen como fuente la Oficina de Estadísticas de Transporte, Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, Oficina del Censo.
El coronavirus ha puesto al ojo público, por obligación, más que por opción, lo que consideran un experimento masivo. Millones de personas están trabajando desde sus hogares, claro está, en aquellos roles que es posible realizarlo, gracias a la tecnología.
China, está frente a una encrucijada compleja, aunque dentro de este panorama, algunos consideran que es una buena oportunidad para probar, a gran escala, el trabajo desde las casas, ya que los espacios de trabajo compartido (coworking) dejaron de ser visitados por sus clientes usuales.
De vuelta a Panamá
En un país con una ciudad capital donde se encuentran establecidas sedes regionales de las compañías más importantes de tecnología y telecomunicaciones del mundo, cuya capacidad vial se colapsa en horario de entrada y salida de las oficinas el teletrabajo se erige como una opción interesante.
Las empresas de telefonía móvil y servicios de tecnología ofrecerán, en consecuencia, servicios adaptados a estas nuevas realidades de mercado, lo que se presenta como una oportunidad de mejora y expansión.
Y aunque sindicatos de trabajadores pidieron el veto de la ley, el presidente la sancionó convencido de que la nueva legislación beneficia a quienes requieran o puedan trabajar desde sus casas con la misma calidad con la que trabajarían desde una sede física.
Con esta ley gana el empleador, el trabajador y según indica el expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa Héctor Manuel Cotés: “El tercer ganador con el teletrabajo es el Gobierno, porque se generará descongestión vehicular, balance familia y productividad«
La ley es un mecanismo que abre las posibilidades y que forma parte de la visión de país productivo y tecnológico que se plantea desde el sector público y privado.
Sin dudas, se requiere compromiso, de todas las partes, para que se implemente exitosamente una iniciativa que, desde hace más de diez años, ha sido parte de la forma de trabajo de compañías multinacionales afincadas en Panamá.
Se abre una nueva oportunidad para que la región centroamericana siga los pasos y explore estos mecanismos que facilitan la gestión del talento, sobre todo en el ecosistema tecnológico.
La inteligencia artificial nos atrae, eso es indudable, aparece en titulares de los periódicos más importantes del mundo y, en las empresas, se proyecta como uno de los temas obligados.
Son muchos los que ya comparan su impacto con el que produjo la incorporación de la energía eléctrica en la industria, hace pensar seriamente a los inversionistas.
En nuestro entorno inmediato da la impresión que continua cercana, pero solo en aplicaciones de los teléfonos celulares, cuando accedemos a la red y la usamos en el buscador o con uno que otro artilugio tecnológico que promete sorprendernos.
Ni sorpresiva ni lejana
Lo que para muchos es lejano, ya está aquí. Mientras escribo estas líneas se lleva a cabo en Massachussets Institute of Technology el primer AI LATIN SUMMIT | Cumbre de Inteligencia Artificial de América Latina, que busca guiar la implementación y ser guía para el largo camino que tiene por recorrer la inteligencia artificial en América Latina.
Del 21 al 23 de enero de 2020, expertos, académicos, estudiosos, estudiantes e interesados por la inteligencia artificial se dan cita para hablar del tema que les interesa a todos.
La oferta temática aborda diferentes sectores de la economía y de la sociedad, entre ellos:
¿Cómo se puede usar la IA para promover y monitorear el desarrollo en América Latina?
Inteligencia Artificial y creatividad en Google Brain.
Aspectos esenciales para lograr la adopción de la IA en América Latina
Empoderando a niños con educación en inteligencia artificial
¿Qué pueden aprender las máquinas y que significa esto para ocupaciones y las economías?
Uno de los temas que más interés generó es la investigación que lleva a cabo Randi Williams Ph. D. Student at Personal Robots | MIT Media Lab
Randi trabaja en una investigación con niños “How to Train Your Robot” que busca empoderarlos con la incorporación de la Inteligencia Artificial en la educación de infantes, para ello ha desarrollado un numero de proyectos incluyendo PopBots que es un robot socia que acompaña durante el proceso de aprendizaje a través de la interacción humano-agente artificial.
Trabaja, de igual manera, con su grupo llevando una investigación sobre las relaciones y el comportamiento de los niños con los agentes artificiales inteligentes.
Con Randi, hemos entablado una conversación muy productiva, cuyo contenido será, en un futuro cercano, divulgado en un artículo de este blog.
De la Cumbre de la que hemos participado los dos primeros días destacamos el interés por traer a nuestra región los más altos estándares y el conocimiento de los líderes en la investigación, la integración y el relacionamiento de nuevas comunidades.
Una primera cumbre que MIT enfoca en América Latina y que de seguro nos da para pensar y preguntarnos ¿Por qué una universidad con este prestigio pone sus ojos en el desarrollo de la Inteligencia Artificial en América Latina?
“A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.”
―Henry Ford
Se escucha hablar tanto de ella, pero no la vemos en nuestros entornos directos, aún. Razón por la que muchos piensan que es otra más de esas tendencias y modas que no tendrá ningún impacto.
Hasta el momento, da la impresión que la inteligencia artificial no ha llegado al sitio de trabajo que conocemos, quizás porque esperamos que un robot se siente a nuestro lado y sea nuestro compañero de trabajo.
En Asia, la imagen descrita en el párrafo anterior es un hecho. Tan solo tenemos que escudriñar un poco y encontramos un ejemplo reciente de la marca de prendas de vestir UNIQLO, propiedad de la tercera compañía más grande del mundo Fast Retailing que tiene en su almacén de distribución central en Japón un robot que dobla camisetas y las empaca en cajas.
Mujin, junto a Yaskawa Electric son las empresas de robótica y producción asociadas a Fast Retailing, corporación que sustituyó por robots al 90 por ciento de los trabajadores que necesitaba en su principal almacén de Tokio.
Bueno, eso sucede por allá por Japón dirán algunos, no es tan lejano, de la misma manera como en la actualidad tenemos la oferta de servicios de lavado de ropa en aplicaciones para teléfonos móviles o lavanderías en las que podemos retirar la ropa a la hora que deseemos, gracias a la membresía y la entrada programada a través de una llave de acceso que funciona con el celular y código de cliente se propone tener robots en los hogares.
Las amas de casa tendrán ayuda, pero el servicio doméstico y las empresas que suplen este servicio verán como el lugar de trabajo que conocía deja de ser el habitual,
Al mejor estilo de los JETSONS/SUPERSÓNICOS, la compañía japonesa Mira Robotics desarrolló un robot cuya función es ayudar a lavar la ropa siguiendo comandos controlados por personas, pero este mismo robot con el tiempo, haciendo uso de machine learning y colección de datos podrá trabajar por cuenta propia, repitiendo patrones y escogiendo el mejor modelo a seguir.
Cambiando el paradigma, lo que antes era el trabajo repetitivo de humanos, ese trabajo hasta aburrido debería en un futuro nada lejano, pasar a ser realizado por agentes artificiales inteligentes.
¿Con la inteligencia artificial presente a qué nos dedicaremos en el lugar de trabajo?
A funciones creativas, investigación, manipulación de inteligencia artificial, supervisión de sistemas automatizados, desarrollo de nuevas tecnologías y aplicaciones, enseñanza de conductas humanas a robots y otras que implican el uso de nuestra inteligencia general e imperfecta.
Muy posiblemente, las jornadas laborales puedan reducirse y los esquemas patrono-empleado tengan otra normativa.
Lo que no debemos perder de vista es que aprender a hacer y a trabajar en nuevos entornos, desaprender lo aprendido, es lo que se requerirá de nosotros ¿Ya se está preparando para afrontar el cambio en su lugar de trabajo o profesión?
“Cada ser humano tiene una combinación única de inteligencia.”
―Howard Gardner
La inteligencia artificial busca emular a la inteligencia humana, algo que a primera vista parece sencillo, pero cuando lo revisamos con detenimiento confirmamos que no es tan fácil, porque para estudiar al ser humano se han tipificado, al menos, ocho tipos de inteligencias.
Según ha logrado estudiar y establecer el psicólogo Howard Gardner, catedrático de la Universidad de Howard, la inteligencia, esas acciones catalogadas inteligentes, se van modificando a lo largo de la historia, influida por el momento y el entorno.
“La inteligencia no es una sustancia en la cabeza como es el aceite en un tanque de aceite. Es una colección de potencialidades que se complementan.”
Veamos un ejemplo, durante el tiempo que los hombres vivían a la intemperie, el primero en construir un refugio con hojas y ramas actuó de manera inteligente, utilizó la inteligencia espacial, utilizó la inteligencia lógico matemática, la intrapersonal e interpersonal, seguramente. Esa misma acción en este siglo de casa inteligentes y aparatos conectados, salvo que la persona se encuentre en una isla desierta, no sería considerada inteligente.
¿Qué es la inteligencia? En su esencia más simple es la «capacidad humana de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos».
Cuando se habla de inteligencia se piensa en la capacidad de resolver problemas matemáticos y hacerlo de forma rápida, pero si colocamos a esa misma persona frente a un lienzo en blanco, tal vez le sea imposible hacer un trazo artístico y no por ello, deja de ser inteligente. El tema es tan abarcador que, en un ejemplo hipotético, si esa persona con inteligencia matemática toma un curso y se dedica a aprender a pintar, es probable que lo haga en un periodo de tiempo prudente, o, tal vez, no le sea posible.
¿Cómo relacionamos este conocimiento con la inteligencia artificial y los humanos?
Para vivir y sobrevivir, para adaptarse socialmente y progresar cada persona requiere desarrollar y poner en práctica una mezcla de varios tipos de inteligencia durante toda su vida. Gardner desarrolló su teoría de las inteligencias múltiples observando el comportamiento humano.
“La irrupción de las nuevas tecnologías nos obliga a educar a los niños de forma distinta.” Gran parte del desarrollo y la manifestación de la inteligencia se da en el contexto de enseñanza-aprendizaje (no solo académica), por ello, en épocas de cambio de herramientas y formas de vivir donde la tecnología está en todas partes, es necesario replantearse modelos que han sido útiles en el pasado, pero que en su estado natural dejan de serlo en este momento.
Es prudente reconocer lo que debe aprenderse, para incorporarlo a un esquema que se potencie con las herramientas que tenemos a nuestro alcance.
No se trata de pensar que los conocimientos básicos, esos fundamentos de vida son obsoletos. Los valores, las humanidades, las normas de urbanidad y convivencia, el cuidado al medioambiente, las matemáticas y el lenguaje son tan necesarios como lo fueron antes, y mucho más en un siglo de agentes artificiales y algoritmos.
Afirmación que nos lleva a seleccionar del listado de las ocho inteligencias de la teoría “Garderniana” algunas inteligencias que son utilísimas y debemos fortalecer:
La Inteligencia lingüística, es fundamental, sin comunicación ni herramientas de comunicación, la red y la inteligencia artificial no pueden sobrevivir. Por ello, es importante, dominar el lenguaje y poder comunicarnos de manera eficaz, oral, gestual, mediante la escritura y otras. Al dominar esta capacidad de comunicar, las personas tienen una inteligencia lingüística superior que les permite comprender el entorno donde todo depende de un mensaje, de una comunicación en la red, de un dispositivo a otro.
Otra inteligencia requerida es la lógico-matemática que tiene que ver con la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez y la efectividad para solucionar problemas numéricos es indicador clave.
La inteligencia intrapersonal nos faculta para comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y en donde ponemos la atención. Nos ayuda a ser empáticos aún si estar presentes físicamente, algo valioso en una sociedad que mezcla lo virtual con lo físico. Con esta inteligencia nos damos cuenta, con nuestros sentidos, captamos comportamientos, interpretamos y reaccionamos. Utilísima para afrontar la presencia de robots en nuestro entorno y adaptarnos a trabajar rodeados de ellos.
En esta época todos trabajamos interrelacionados con otros, hacerlo correctamente es importantísimo, el dominio de esta competencia es lo que se llama inteligencia interpersonal. Trabajando en la red, así sea desde nuestra casa, les expone a miles de personas de forma indirecta y en caso que se encuentre solo, en algún momento trabajará con grupos de personas.
Si dominamos la inteligencia interpersonal y trabajamos con grupos numerosos, somos capaces de detectar, comprender circunstancias, problemas, circunstancias y oportunidades que a otros les cuesta. La inteligencia interpersonal actúa como un juez, brinda herramientas para desarrollar la capacidad para empatizar con otras personas en nuestros entornos.
Las inteligencias se fortalecen y entrelazan, a medida que maduramos se hacen más notorias, pero las inteligencias que desarrollamos por ser curiosos en las etapas de niñez y juventud nos permiten explorar el mundo y aprender por propia experiencia, es una simbiosis que ocurre dentro de cada persona por esa razón Gardner afirma que:
Con los diferentes tipos de inteligencias que existen, el humano promedio puede intercalar conocimientos, almacenarlos en su cerebro, recordarlos y usarlos en el momento que los requiere, es lo que se conoce como inteligencia general (incluyendo nuestros errores y fallos), en cambio las máquinas tienen inteligencias especializadas y no pueden intercalar esos conocimientos para tomar decisiones, tal cual lo hacemos nosotros.
En conclusión, las tecnologías inteligentes son producto de cerebros de personas inteligentes que intercalan y desarrollan sus diferentes tipos de inteligencia para brindarnos lo que toda tecnología brinda: mejoras a la vida en sociedad.
No debemos temerles, la forma más inteligente de hacerles frente es comprendiendo su razón de ser, su aplicación y la manera como nos beneficiamos al hacer uso de ellas.
Por mucho, usted siempre será más inteligente que un algoritmo porque tiene ocho tipos de inteligencia que puede desarrollar y potenciar. ¡Recuérdelo y póngalas en valor este 2020 que inicia! Seguro una de ellas le hará destacar en su área de elección.
La robótica como un servicio es el último de los acrónimos de moda. Muchos comentan y mencionan RaaS (Robots as a service), sin siquiera conocer las funcionalidades y aplicaciones que tiene esta poderosa herramienta.
Con los años en el mundo de la computación y la tecnología se hizo muy común integrar funciones como servicio, lo que permite a la estructura del negocio o empresa, ser más ágil y enfocarse en lo realmente importante, dejando a los expertos el desarrollo y la oferta de estos servicios necesarios, pero no su especialidad.
Conocemos opciones tales como software como servicio (SaaS), plataforma como servicio (PaaS) e Infraestructura como servicio (Iaas), porque el mundo de los negocios se ha encargado de hacerlos populares y necesarios.
Una compleja categoría como servicio
En años más recientes comenzamos a escuchar acerca de la robótica como servicio (RaaS) que hace referencia a una unidad de computación en la nube que facilita la integración armónica del robot y los dispositivos integrados en el entorno web y de computación en la nube.
Las empresas que las utilizan y demandarán los servicios de robótica RaaS, no tendrán que construir ni comprar los sistemas ellos mismos, solo contrataran los servicios y les darán uso. Esta situación habilita la posibilidad de que se adopte más rápido la IA en las empresas.
En otras palabras, los robots llevarán a cabo las funcionalidades que antes realizaban personas propiciando mayor rapidez y eficiencia, haciendo que estén cada día más presentes, porque supone un acceso sencillo para el usuario final, así sea que desconozca que el producto o servicio que está comprando en la red ha sido procesado por un agente artificial.
Robots en logística y precios atractivos
La adopción global de la robótica de almacenaje también se verá impulsada por la creciente asequibilidad y el retorno de la inversión (ROI) de una creciente variedad de robots de infraestructura ligera, ya que son una alternativa atractiva y versátil a la automatización mecánica fija u operaciones manuales tradicionales.
«La rápida tasa de adopción estará impulsada por la necesidad de un cumplimiento de comercio electrónico flexible, eficiente y automatizado a medida que la entrega en el mismo día se convierta en la norma.»
Una entrega en el mismo día, no solo es una promesa de valor interesante, es un hecho que provocará cambios en el transporte, en la distribución, en el tráfico mundial, en la sociedad, sobre todo en la experiencia del cliente y sus demandas de servicio. Generará toda una nueva interpretación de lo que se conoce como «servicio esperado».
Según indica el reporte de ABI Researchpara el 2025, se instalarán más de 4 millones de robots comerciales en más de 50,000 bodegas, en comparación con poco menos de 4,000 bodegas robóticas en 2018.
¿Surgirán nuevos modelos de negocios?
Sin dudas, surgirán nuevos modelos de negocios que se derivarán de la conexión de las capacidades robóticas que, siendo accesibles desde la nube, serán y son, puestas como servicios
Mas allá de lo que hemos visto en las bodegas de Amazon o en las fábricas de automóviles, no se está tratando solo de recoger objetos físicos, los robots obtendrán los datos precisos y con esta data, los empresarios optimizarán y automatizarán los procesos acordes a sus requerimientos.
Usualmente, cuando escuchamos sobre robótica, estamos tentados a pensar que estas investigaciones se quedan en los laboratorios de las universidades de élite en robótica o son propiedad exclusiva de países del bloque oriental, lo cierto es que, con la red y la propuesta de Robótica como servicio, las innovaciones llegaran más rápido al entorno real de cada uno de nosotros, iniciando por el sitio de trabajo.
Las innovaciones en materia de Inteligencia Artificial (IA), aprendizaje profundo y mecánica robótica traerá mayores ventajas a los modelos de negocios que las utilicen.
La propuesta implica combinar robots móviles, robots de selección aparatos de movilidad autónomos, en los centros de logística y distribución (el corazón de la operación de compra y venta) de forma que se automatice rentable y eficientemente.
Con este panorama claro, cada trabajador debe establecer su plan de crecimiento, adaptación y adopción de las nuevas tecnologías desde su área de influencia y la manera más rápida de hacerlo es a través de un programa de formación individual que contemple la inteligencia artificial. ¿Ya inició su propia transformación personal?
“El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron.”
― Jean Piaget
Se divulga en los círculos profesionales y tecnológicos, se habla de ella, pero la población, el grueso de los habitantes del planeta desconoce todas las implicaciones de la inteligencia artificial junto con Big Data en sus vidas.
Inteligencia artificial un tema de todos
El asunto es serio porque a menos que los presidentes y ministros de estado de los países de la región provengan del ambiente tecnológico, no les es posible, como sucede con el resto de la población, dimensionar con facilidad, las implicaciones de la inteligencia artificial y consecuentemente, establecer políticas publicas y estrategias sostenidas “a corto, mediano y largo plazo” que fomenten su divulgación.
Entre menos conocedores sean los ciudadanos será más complejo el proceso de adaptación a la inteligencia artificial porque contrario a otras tecnologías esta lleva consigo muchísimas implicaciones de carácter humanístico, valores, ética y conocimientos. En otras palabras, requiere de la inteligencia humana para ser útil a las masas.
Dejando el conocimiento sobre inteligencia artificial en las élites que tienen acceso a ellas, por propia naturaleza (científicos, empresarios de tecnología, estudiantes de carreras tecnológicas, militares, inversionistas y países que invierten en IA) es fomentar la inequidad, la segregación y dejar muchísima gente atrás, es a la larga un retroceso.
¿Cómo enseñar a la población sobre inteligencia artificial en un país?
Finlandia puso manos a la obra y desarrolló junto a la Universidad de Helsinki y otro socio estratégico una serie de CURSOS GRATUITOS EN LÍNEA para ampliar la cobertura y promover el conocimiento. Su objetivo es claro: desmitificar la IA.
Los resultados indican que están en buen camino. Hasta la fecha más del 1% de toda la población de Finlandia ha tomado el curso.
Promueven la formación en línea con preguntas que motivan a saber más:
¿Te preguntas cómo la IA podría afectar tu trabajo o tu vida?
¿Desea obtener más información sobre lo que realmente significa AI y cómo se crea?
¿Quieres entender cómo se desarrollará la IA y cómo nos afectará en los próximos años?
Así funciona la formación masiva
The Elements of AI son una serie de cursos gratuitos en línea creados por Reaktor y la Universidad de Helsinki. Queremos alentar a un grupo de personas lo más amplio posible para que aprendan qué es la IA, qué se puede (y no se puede) hacer con la IA y cómo comenzar a crear métodos de IA. Los cursos combinan teoría con ejercicios prácticos y se pueden completar a su propio ritmo.
La Presidencia finlandesa del Consejo de la UE ha decidido invertir en las habilidades futuras de las personas y hará que el curso en línea Elementos de IA esté disponible gratuitamente en todos los idiomas oficiales de la UE. La traducción del lenguaje técnico ha sido proporcionada por la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea.
Expanden su cobertura para formar a más ciudadanos
Consciente de la necesidad mundial por conocimiento y formación han expandido su oferta.
Su nuevo objetivo es educar al 1% de los ciudadanos europeos para 2021. Comenzaran a lanzar nuevos idiomas durante la primavera de 2020. El curso ya está disponible en inglés (global), finlandés, sueco, estonio y alemán.
“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes.” ― Maximilien de Robespierre.
El ejemplo de Finlandia nos da luces del futuro próximo, más población formada es sinónimo de mejores perspectivas para el país que tome la decisión.
La inteligencia artificial llegó para quedarse, la sociedad requiere conocer de qué trata, cómo le afecta y aprender a convivir con ella. Corresponde a cada persona aprovechar las facilidades que se ofrecen para formarnos y no quedarnos atrás.
«La evolución de los derechos humanos ilustra claramente la lucha de la humanidad por crear un mundo mejor».
―Robert Alan Silverstein
Como cada año, hace poco, los principales titulares del mundo hicieron remembranza de la conmemoración del Día internacional de los Derechos Humanos, fecha que se conmemora desde el año 1950, que fuese establecida dos años luego de que la ONU aprobase la “Declaración Universal de los Derechos Humanos.”
¿Por qué leer sobre derechos humanos en un blog de tecnología? Sea, quizás, la pregunta que se esté formulando en este momento. Continúe acompañándome con su lectura, le daré varias razones para hacerlo.
Toda persona tiene derechos desde que es concebida
Aunque todos esperamos que se respeten, en la práctica, no sucede así. A diario son olvidados ex profeso y violados los derechos más elementales con los que venimos al mundo.
Factores individuales como la clase social, el nivel educativo, raza, nacionalidad, sexo, edad, las prácticas religiosas, las preferencias, conocimiento o desconocimiento de tecnologías y el acceso a la red se transforman en causales para que se les violenten los derechos a millones de persona a diario, inclusive en el área o lugar de trabajo.
Sin saberlo devaluamos nuestros derechos
En ocasiones por temor, por permanecer en un empleo, por ser aceptados en una comunidad, porque siempre creímos que estaba bien, por desconocimiento y otras razones somos víctimas de violación de derechos y en otras, somos, sin proponérnoslo, los violadores de los derechos de otros.
Sucede muchísimo con los puestos de jerarquía y en las organizaciones de estructura piramidal, donde se espera que el nivel base de la pirámide aporte, haga “sin cuestionar” lo que se le pide, y si no lo hace, se le amenaza con el despido. Los casos son más frecuentes de lo que parecen y se callan porque existen códigos de “ética” laboral que promulgan el silencio. Otras veces, aceptamos para no causar “ruido” ni buscar problemas innecesarios.
«El conocimiento hace que un hombre sea incapaz de ser un esclavo».
Frederick Douglas
La gestión de tecnología implica tomar conciencia de los derechos humanos
Leemos a diario, nos lo repiten siempre, qué la tecnología es desarrollada para mejorar la vida humana, razón suficiente para que nos preguntemos cómo es posible hacerlo sin saber sobre los derechos fundamentales que afecta.
Por tanto, toda persona que investigue, desarrolle o trabaje con tecnologías, debe tener conocimiento claro, no superficial, sobre los derechos de las personas y cómo pueden afectar o no estas tecnologías a otros, inclusive a sí mismo.
Con la gestión del conocimiento se genera una posición de “poder” y de “control”, quien tiene acceso a códigos fuentes, a tecnologías emergentes no divulgadas públicamente, quienes investigan se encuentran en una situación ventajosa, que puede ser utilizada inadecuadamente (con conocimiento o sin conocimiento del impacto que puede tener sobre los derechos de otros) o, todo lo contrario.
El ejemplo más sencillo se encuentra en la colección de datos, no reglamentada, o con reglamentación muy débil, coloca a la mayoría en una posición de vulnerabilidad.
Nuestros datos personales, las publicaciones que nos gustan en una red social, la información sobre salud, los desplazamientos, los contactos, las personas con las que nos comunicamos, al recolectar todos estos datos usando métodos engañosos o que no explican el “uso y tratamiento” se violan garantías fundamentales de las personas.
Inclusive, si se utilizan luego sin la autorización debida, o en su lugar, cuando un asistente virtual relaciona personas con las que un contacto ha tenido comunicación “privada” y que prefiere que esas dos personas no se conozcan, es posible qué se den situaciones de disputas, divorcios, hasta crímenes pasionales. La tecnología, el algoritmo busca sugerir amistades, pero no sabe, que esa cercanía entre personas, no es necesariamente adecuada. En particularidades tan sencillas como estas, las que un humano con su propio criterio y conocimiento circunstancial, inferiría que es posible que se desencadene un problema o prefiera no tomar partido, una IA no lo podría hacer. Y, sí, violentaría el derecho que tiene el usuario a mantener en privado sus comunicaciones, aún cuando estas no sean moralmente adecuadas.
“La robótica plantea varias cuestiones legales, entre las que se incluyen derechos fundamentales (derechos humanos). Podemos distinguir entre dos niveles cómo los derechos fundamentales son desafiados por las tecnologías robóticas. Primero, y más obviamente, la pregunta sobre cómo pueden ser los derechos fundamentales actuales aplicados a la robótica. En segundo lugar, existen desafíos más fundamentales para el marco de los derechos fundamentales como la pregunta de sí se necesitan nuevos derechos fundamentales para abordar las brechas en la protección legal que pueden surgir a través de la robótica.”[1]
Evidentemente la robótica que es una de las áreas más desarrolladas de la Inteligencia Artificial, requiere legislación porque afecta de forma directa a los humanos con los que interactúa desde su ideación.
¿Regulaciones sobre derechos humanos en la industria de la IA?
Muchos son los pros y contras de la inteligencia artificial en el espectro de los derechos fundamentales de las personas. A medida que se utilizan más tecnologías y se desarrollan aplicaciones de estas en casi todo ámbito de la vida es necesaria la regulación, regulación que debe ser cónsona con las realidades, las necesidades y el futuro al que se aspira llegar.
No es un trabajo sencillo, pedimos regular a la luz de los derechos que tenemos como humanos, aquello que desconocemos, un conocimiento que está en etapas de constante cambio.
En el artículo “Inteligencia artificial y derechos humanos: ¿Son convergentes o paralelos entre sí?, se encara este fenómeno desde el siguiente planteamiento:
“Una cobertura más amplia y una equidad sustancial mediante la provisión de recursos legales contra diferentes tipos de violaciones de derechos humanos en el sector servicios y la industria laboral han demostrado ser una necesidad importante. El uso de la IA tiene sus proponentes y oponentes; sin embargo, algunas formas de IA son importantes y deseables para una evolución humana tecnológicamente moderna. No obstante, la inquietante pregunta que surge hoy es si, al transferir la experiencia del pasado al futuro, el desempleo masivo, la pobreza masiva y las distorsiones sociales seguirán siendo un posible escenario para el nuevo mundo, un mundo donde los robots, los sistemas inteligentes y los algoritmos desempeñarán un papel cada vez más central.”[2]
Al inicio del articulo citamos a Robert Alan Silverstein, autor utópico, artista, compositor, cineasta, webmaster y activista de cambio social, creador del proyecto “The People For Peace Project” en 1995, ha publicado más de 40 libros, quien en una breve reflexión nos deja ver la necesidad de conocer, a fondo, las implicaciones que tienen las tecnologías en los derechos humanos.
A medida que el mundo que nos rodea sigue evolucionando hacia nuevos modelos donde la tecnología es una palanca fundamental de progreso no podemos dejar de lado esos derechos que nos permiten vivir en sociedad.
[1] Koops, Bert-Jaap, Angela Di Carlo, Luca Nocco, et al. ?Robotic technologies and fundamental rights: Robotics challenging the European constitutional framework?. International Journal of Technoethics 4, no. 2 (2013): 15-35.
[2] Chakraborty, S. (2018). INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y DERECHOS HUMANOS: ¿SON CONVERGENTES O PARALELOS ENTRE SÍ. Novum Jus: Revista Especializada En Sociología Jurídica Y Política, 12(2), 13-38. https://doi.org/10.14718/NovumJus.2018.12.2.2
Según datos de Smart Insights un 48% de los consumidores comienza una investigación de compra con una búsqueda desde el móvil.
El teléfono móvil y las aplicaciones más populares utilizan los llamados “tracking de comportamiento de compra, de lectura e intereses” para “conocernos mejor” y así, ofrecernos, las mejores experiencias de navegación y compra. Utilizan, con este propósito mecanismos que combinan inteligencia artificial y Big Data.
Suena inocente, pero lo cierto es que de no contar con mecanismos de protección y al desconocer lo que está detrás del análisis y la colección de datos, así como nuestros derechos de privacidad, estamos enfrentándonos a una industria que ya puede predecir lo que haremos y si no tienen controles éticos nos ofrecerán lo que jamás podremos pagar, pero sí, consumir.
En la actualidad muchos de los sistemas de inteligencia artificial permiten predecir en tiempo real patrones de comportamiento de los usuarios, apoyados en Big Data para el manejo y de cantidades ingentes de información que se recolectan de nuestros dispositivos móviles a diario.
¿Qué hay de malo en predecir lo que haremos?
Algunos dicen que les ahorra tiempo, que les gusta que una máquina piense por ellos, les ofrezca y sugiera, les muestre las noticias e informaciones que les interesan. Otros empiezan a preocuparse porque se han dado cuenta que no solo es un tema de ofrecerles la mejor opción, hay mercadólogos especializados en retail digital que configuran de tal manera los predictivos y la oferta que relacionan productos, conductas y casi que subliminalmente inducen a comprar.
¡Exactamente! Ya no tiene libre albedrío, alguien le conoce tan bien que puede llevarle de forma casi mágica “como el flautista que llevaba las ratas fuera de la ciudad, hechizadas por su música, famoso en el cuento infantil”, a comprar lo que una empresa desee venderle, siempre y cuando conozca su patrón de conducta.
Nuestro cerebro a merced de un algoritmo
El cerebro humano obtiene conclusiones de patrones escondidos que se desarrollan con el tiempo, la experiencia y el aprendizaje. La inteligencia artificial obtiene conclusiones de patrones de millones de datos y lo hace en fracciones de tiempo, pero no solo eso, trabaja, sin quejarse, para quien la pueda pagar.
En este periodo de cambios y desarrollo de nuevas tecnologías no logramos terminar de aprender algo, cuando surge algo nuevo, le estamos proporcionando datos a las máquinas para que interpreten el cerebro y la conducta humana con diversos fines.
«Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante.»
―Ivan Pavlov
Leyendo a Ivan Pavlov, fisiólogo ruso que contribuyó con la corriente psicológica del condicionamiento clásico que pertenece al “conductismo” nos damos cuenta de que, al dominar las claves de nuestra conducta, básicamente nos controlan y si para ello, se utiliza un agente artificial que nos supera en relacionar patrones y agilidad, estamos en desventaja.
Una nueva pirámide de jerarquización de las necesidades humanas
Especialistas en branding y comercialización comentan que las necesidades descritas por Maslow en su propuesta psicológica aún en el siglo XXI se respeta pero que las características sí varían.
Recordemos que Abraham Maslow es considerado el padre de la corriente psicológica llamada humanismo y es recordado por su teoría de las necesidades humanas: La Pirámide de Maslow
A esta pirámide algunos le han adaptado en la base un nuevo nivel jerárquico que incluye WiFi y acceso a carga o batería del dispositivo móvil. Planteamiento que es necesario considerar con cuidado, porque si nos hacen creer que dependemos (necesidad básica, vital) como seres humanos de una conexión a la red para vivir, nos estamos conformando con ser “autómatas dependientes de la conectividad” y dejamos de lado nuestra propia naturaleza individual humana.
Maslow dijo: “Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo”, aplica perfectamente a la era digital, si vemos el móvil como la única herramienta haremos de ello el centro de nuestra conducta.
La ética en la gestión de datos y la implementación de programas que utilizan inteligencia artificial deben ser inamovibles de los planes estratégicos de las empresas que respetan los derechos fundamentales de los consumidores, porque al final del camino otros harán lo mismo con nuestros datos y conducta de compra, si no se reglamenta a tiempo el uso que se le da, y esto aplica a todos los ámbitos de nuestra vida.