Competencias Blandas: Técnicas teatrales para el liderazgo

“El líder debe ser práctico y realista, pero a la vez hablar el lenguaje del visionario e idealista.”― Eric Hoffer

No se permiten los teléfonos móviles, se les ha pedido dejarlos afuera en un armario. Un salón con cortinas en todo el ventanal y doce ejecutivos ansiosos, es el escenario que se observa. Los más radicales buscan estrategias para ausentarse. No será tan fácil, el presidente de la compañía llega de forma inesperada, es él quien ha solicitado que todos tomen una capacitación de tres días en la que se dedicaran a ensayar técnicas teatrales y les comunica que asistirá a todas las sesiones. Sí, leyó bien, en esa empresa donde se define a diario el futuro de las telecomunicaciones, esta plantilla cuyo costo por hora es de miles de dólares, dedicarán veinticuatro de ellas a “aprender” a hacer teatro. ¿Perderán dinero? ¿Podrá el resto del personal trabajar sin sus directivos?

La historia es real, ensayar técnicas teatrales para desarrollar las competencias blandas de este equipo que se consideraba ganador, lleno de talentos para el negocio, fue el momento de inflexión para dar inicio a un proceso de transformación digital que marcó un antes y un después en la forma en que se comunicaban con sus colegas y sus clientes, un antes y un después para comprender que la cultura y el humanismo tienen mucho que ver en todo lo que hacemos. Y qué es necesario invertir en esas competencias ― “diferentes” ― que desestimamos por considerarlas de poca monta para el negocio.

Lejos de ser un caso aislado, producto de los deseos de un jefe excéntrico, incorporar metodologías propias del teatro en la formación de los ejecutivos que requieren hablar en público y dar presentaciones con la finalidad de convencer a sus audiencias internas y externas, es una de las modalidades que se están utilizando en lugares tan admirados como el propio Silicon Valley.

https://theatreworks.org/201920-season/the-language-archive/

Ponerse en contacto con las emociones propias es parte natural del trabajo de los actores, algo que muy pocas veces vemos en el ejecutivo promedio al que se le ha enseñado y exigido “dejar las emociones fuera” y ser fuerte para poder triunfar. La competencia empatía se ve reflejada en la medida que somos capaces de comprender las emociones de nuestras audiencias y utilizar ese conocimiento para responder acorde a los objetivos trazados y al momento que vivimos.

Haciendo uso del entrenamiento teatral los lideres que toman el rol de “speakers” u oradores, logran ponerse en el lugar del otro y tener en cuenta sus intereses para construir un mensaje «customizado» generando un gran impacto en quien lo escucha.

Antes de poder “actuar” es necesario conocer las técnicas, comprenderlas y practicarlas, la preparación de una obra de teatro toma semanas que se transforman en meses previos a la puesta en escena. Sorprende que muchos “ejecutivos” se preparan una noche antes para exponer sus planteamientos y estrategias que representan dinero, la imagen de marca de la empresa. Algo debemos aprender del teatro para los negocios, y es allí, donde radica la propuesta de aplicarlo en el entorno directivo.

La capacitación teatral les permite, a esos “ocupados ejecutivos”, ir aplicando y trayendo al mundo empresarial herramientas para el diseño, la preparación y práctica de una presentación de resultados de negocios, de un anuncio trascendental, de un lanzamiento de productos, haciendo responsable de transmitir un mensaje sólido al orador seleccionado.

Pocos tenemos la confianza de un actor de teatro para pararnos, sin nervios visibles, frente a una audiencia de miles de observadores. Las herramientas del teatro les permiten a los ejecutivos ganar confianza en sí mismos, aprender a proyectarse, lograr adoptar una postura corporal positiva y disfrutar durante el proceso de aprendizaje .

“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.”


― Arthur Miller

En el contexto de la investigación sobre competencias blandas y su aprendizaje se ha destacado la relación que existe entre el marketing, las técnicas de venta y el teatro. Se explica la venta como una representación donde la improvisación tiene cabida, siempre y cuando, haya conocimiento y preparación, donde el actor que lleva la ventaja se olvida de sus problemas, sonríe y ofrece soluciones adaptadas a la necesidades y personalidad de su contraparte ante la vista de su público o usuario final.

En materia de competencias blandas un informe de Accenture Strategy sostiene que el desarrollo de habilidades más humanas como la comunicación definen a un buen líder. En su sitio web indican que: “En la era digital, los CEO deben ser los encargados de liderar el reciclaje profesional de sus empleados para que estén listos para adaptarse a los cambios y sean relevantes en el futuro. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Harnessing: Revolution: Creating the Future Workforce” presentado en Davos. Los CEO deben ser conscientes de la importancia de situar a las personas en primer lugar como elemento fundamental del cambio, para crear así la fuerza laboral del futuro.” Establece la firma consultora que el desarrollo de habilidades humanas como el liderazgo, el pensamiento crítico y la inteligencia emocional reduciría considerablemente la posible pérdida de puestos de trabajo derivada de la automatización, esto lo exponen en el White paper titulado: Trabajando con AI: Reimaginando el papel de los humanos. 

A la luz de estos datos, es comprensible y justificable que un CEO sea capaz de invertir tiempo y dinero para hacer justamente lo que las empresas líderes saben, crear una nueva fuerza laboral con competencias blandas para afrontar, desde hoy, el futuro.

Hace algunos meses escribimos un artículo sobre un doctor en Ingeniería Artificial y actor de teatro que desarrolla videojuegos con finalidad educativa. Traemos a colación, el artículo sobre Borja Manero Iglesias porque es un ejemplo claro de que la rigurosidad técnica de las ciencias no riñe con las destrezas que requiere el teatro. Es perfectamente aplicable y simbiótica la dualidad existente, al punto que ese profesional dirige un emprendimiento que se dedica a enseñar a ejecutivos de empresas de tecnología, y de otros sectores, técnicas para presentaciones exitosas, proyección y modulación entre otras.

Las obras de teatro nos ayudan a decodificar mensajes, a detectar comportamientos, a desarrollar habilidades que tenemos dormidas por el día a día, muchas veces son reveladoras de nuestra propios miedos y prejuicios, de comportamientos que nos paralizan y no nos permiten avanzar profesional y personalmente.

Un extracto de una obra que permite decodificar mensajes no verbales y desarrollar habilidades blandas.

Cada 27 de marzo (Día Mundial del Teatro), el mundo dedica un día a repensar el papel del teatro en nuestras vidas, en esta entrada lo vimos desde la óptica del liderazgo, pero existen más perspectivas para observarlo.

El mensaje del Instituto Internacional de Teatro para este año le correspondió al actor cubano Carlos Celdrán, quien en parte del mensaje dice:
“Cuando entendí que el teatro era un país en sí mismo, un gran territorio que abarca el mundo entero nació en mí una decisión que también es una libertad: no tienes que alejarte ni moverte de donde te encuentras, no tienes que correr ni desplazarte. Allí donde existes está el público. Allí están los compañeros que necesitas a tu lado. Allá, fuera de tu casa, tienes toda la realidad diaria, opaca e impenetrable. Trabajas entonces desde esa inmovilidad aparente para construir el mayor de los viajes, para repetir la Odisea, el viaje de los argonautas: eres un viajero inmóvil que no para de acelerar la densidad y la rigidez de tu mundo real. Tu viaje es hacia el instante, hacia el momento, hacia el encuentro irrepetible frente a tus semejantes. Tu viaje es hacia ellos, hacia su corazón, hacia su subjetividad. Viajas por dentro de ellos, de sus emociones, de sus recuerdos que despiertas y movilizas. Tu viaje es vertiginoso y nadie puede medirlo ni callarlo.”

Cerramos este «post» con tres frases que nos recuerdan la importancia del teatro en la sociedad:
“La vida es como una obra de teatro: no es la duración sino la excelencia de los actores lo que importa.”―Séneca
“En una pequeña o gran ciudad o pueblo, un gran teatro es el signo visible de cultura.” ―Sir Laurence Olivier
“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida…antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.” ―Charles Chaplin

En búsqueda de mejorar nuestras debilidades y desarrollar el liderazgo enfocados en la mejora continua es justo hacer uso de distintas herramientas, jamás desdeñe una técnica por miedo a lo desconocido.

Imagen: Pixabay

Referencias Consultadas

https://www.accenture.com/us-en/insights/consulting/reskilling-workforce

https://www.iae.edu.ar/es/LaEscuela/IAEHoy/Paginas/Tecnicas-teatrales-ayudan-a-los-ejecutivos-a-desarrollar-aptitudes.aspx

Sobre la autora:
Msc. Irasema Rivas-González

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