“Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas.”
― Jane Goodall
Millones de motocicletas se mueven en calles y avenidas del mundo. Cada día, el zumbido, que recuerda a las abejas revoloteando para entrar a un panal, no deja pensar en lo que realmente representan para el medioambiente.
Diez de la noche, cuatro de la madrugada, nueve de la mañana; no importa la hora ni el sitio donde se encuentre, con un teléfono móvil y una plataforma de compras y entregas de pedidos parece que nada se rehúsa a complacer nuestro requerimiento de consumo a corto plazo.
Alimentos, juguetes, libros, artículos tecnológicos, ropa, son los productos más populares en las plataformas de compra en línea. Nada fuera de lo común, hasta que observamos el patrón y los procesos de entregas y desplazamientos que se llevan a cabo por cada una de las compras individuales que realizamos.
A mayor adquisición, mayor contaminación
Todos los que realizamos compras en línea somos parte del problema. Figúrese que por cada pedido unitario realizado se consumen empaques, cajas, combustibles, desplazamientos y se contamina de forma indiscriminada. Pero usted dirá que si sale a realizar la compra sucede lo mismo. Veamos que dicen los datos y los hechos.
La inmediatez, la facilidad, la supuesta “gratuidad” del “delivery” fomentan el consumo sin medidas ni planificación. Situación que generaciones previas no tuvieron que afrontar porque sus compras eran consolidadas, y, a falta de recursos, se realizaban en menor proporción.
Veamos una cifra que nos hace pensar, durante el período comprendido entre el Día de Acción de Gracias y la noche de víspera de año nuevo en el 2016, en los Estados Unidos, se cuantificaron 850 millones de entregas, un poco más de 15 por ciento de las entregas de compras online de ese año se realizaron en un mes y días, utilizando una cantidad impresionante de recursos y con su consecuente cuota de contaminación masiva.
¿Nos detenemos a pensar?
Con el auge de las plataformas y aplicaciones de entregas, “omnipresentes”, los consumidores dejan de pensar en lo que implica comprar en línea. Un número de tarjeta de crédito, unos datos, un clic sobre el producto elegido y ya está.
Durante esta época decembrina es tentador darle clic y esperar que llegue el paquete listo para entregar. Nos soluciona muchísimo, pero no nos detenemos a pensar cuál es el impacto ambiental que se genera para que un solo paquete llegue cómodamente a la puerta de la casa o a la casa de quién recibirá el obsequio.
Hay quienes aducen que entregar un pedido en la propia puerta del cliente en el menor tiempo posible es parte clave de la dinámica de la nueva economía digital y las empresas que promueven este modelo de negocios procuran generar más y más compras, más y más clientes individuales.
“Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.”
― Ayn Rand
Investigando sobre el tema encontramos un blog que indica, sin estadísticas, que lo apoyen, que la “huella ecológica de ir a comprar un producto (un juguete en este caso) es mayor que la de la persona que lo compra por Internet con envío estándar. El motivo de esto es que, aunque cada vez más los vehículos de reparto estén contribuyendo a la contaminación en las ciudades, las rutas que siguen estas empresas son más eficiente que ir en coche al centro comercial.
Las posiciones son encontradas, a favor y en contra, pero ¿qué dicen los estudios sobre el particular?
La tesis “Análisis ambiental de las compras en línea de EE. UU.”, estudio realizado por Dimitri Weideli en la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne – EPFL, Lausanne, Suiza. Investigación realizada en el MIT Center for Transportation & Logistics, Cambridge MA, U, nos da un vistazo de un estudio científico que hay que tomar en cuenta.
“Desde el advenimiento de Internet en la década de 1990, ha habido un aumento significativo en las compras en línea en Estados Unidos. A medida que las compras en línea siguen creciendo, también lo hace la industria minorista en línea. Múltiples jugadores están invirtiendo a través de la venta minorista en línea pura o por la venta al por menor de”click and mortar”, que también tiene una presencia física y una experiencia cara a cara con sus clientes Si bien, se han realizado importantes investigaciones sobre el comportamiento operativo, de marketing, de marca y de compra, dimensiones de ambos procesos de venta minorista, se han realizado estudios muy limitados sobre sus impactos ambientales comparativos. Esta tesis intenta estimar y comparar la huella de carbono del proceso de compra a través de diez compras de consumidores comportamientos que representan diferentes combinaciones de las fases de búsqueda, compra y devolución del proceso de compra para tres productos representativos (electrónica, ropa y juguetes). Usando la simulación de Monte Carlo, múltiples escenarios de la cadena de suministro se evalúan las configuraciones, las opciones de transporte del consumidor, la densidad urbana, el embalaje y la agrupación de artículos.”
El auge y la popularidad del comercio electrónico y la entrega inmediata puerta a puerta aumenta la huella de carbono y nos coloca en una escalada de contaminación sin precedentes.
Algunas empresas como Ford que asociada con la empresa de reparto Gnewt by Menzies Distribution prueban un nuevo servicio de mensajería que apoya a su estrategia digital de paquetes con miras a colaborar con la sociedad y reducir el tráfico agilizando entregas. Esto se realiza con programa inteligente en la nube que puede identificar los lugares óptimos cercanos a múltiples puntos de entrega donde los conductores de reparto se detienen, entregan a mensajeros a pie y bicicleta el paquete para que lleven a cabo el último tramo de la entrega.
Con este proceso se reduce drásticamente el impacto ambiental y establecen nuevas opciones para hacer más inteligentes los procesos en las congestionadas ciudades. Se espera que otras empresas emulen al gigante automotriz y se sumen.
Todo consumidor responsable debería utilizar las alternativas tradicionales a sus comportamientos de compra en línea, evitando el traslado masivo con planificación y consolidación de pedidos, reducir el consumo de un solo uso y establecer controles individuales.
Imagen: Pixabay
Referencias consultadas:
https://retina.elpais.com/retina/2018/12/21/tendencias/1545388309_495150.html
https://news.culturacolectiva.com/mundo/compras-en-linea-peor-de-lo-que-creias-para-medio-ambiente/