“Lo que hay que hacer es poner a máquinas y humanos juntos, a trabajar colaborativamente, porque es la fórmula más eficaz”.
― Ramón López de Mántaras
Creatividad, aprendizaje automático y la capacidad de predecir comportamientos (centrada en patrones de millones de datos de usuarios) es la pócima que los alquimistas del marketing digital están tratando de perfeccionar de la mano de los expertos en inteligencia artificial.
Son las llamadas soluciones cuyo fundamento principal es el concepto de Data Driven Creative, que busca mejorar sustancialmente la industria de las comunicaciones, aspirando a crear mensajes personalizados para cada uno de los clientes potenciales que las marcas decidan abordar.
Un mensaje personalizado, exclusivo para usted
Los asistentes virtuales, el buscador más popular y otras aplicaciones de moda utilizan el nombre de pila del usuario para enviarnos mensajes que dan la impresión que son exclusivos para nosotros, hasta aquí nada novedoso. La gran diferencia radica en que los mensajes estarán preparados de acuerdo a sus gustos y preferencias, tipo de comunicación preferida y en un lenguaje con el que usted se sienta identificado. Tal cual, si un amigo o un allegado, que le conoce bien fuese el emisor.
Imagínelo, le llaman por su nombre, responden sus consultas hasta satisfacer sus inquietudes y le hace sugerencias enfocadas en gustos, presupuestos y estilo de vida. La tentación, la seducción del producto de esta forma será tan sencilla que prácticamente estaremos vencidos antes de siquiera analizar la viabilidad de la compra.
Optimización de los mensajes
Haciendo uso de tecnología predictiva será posible crear modelos de personalización publicitaria tan precisos que asustan, porque se basan en nuestra conducta y se mejorarán cada vez más, porque el algoritmo es capaz de aprender de forma automática como complacernos y seducirnos hasta que decidamos realizar la compra.
Los modelos predictivos, la automatización, la escalada de producción de contenidos generarán nuevos perfiles creativos en ambos espectros; la creatividad artística y la creatividad científica.
Aunque no están muy popularizados en nuestras latitudes, en otros mercados son objeto de investigación y desarrollo, siendo el campo de la publicidad y marketing inteligente un campo fértil donde se está invirtiendo muchísimo dinero para lograr, finalmente, conquistar la mente del consumidor.
¿Máquinas creativas?
Se escribe mucho sobre la capacidad de crear que tendrán las máquinas, crear en el sentido estricto de producir un resultado para el que un humano, requiere, obligatoriamente, ser altamente creativo. Por ejemplo, en la producción musical y artística.
Pierre Barreau es un músico que también es experto en aprendizaje automático y tiene un emprendimiento llamado AIVA.
Durante sus presentaciones en foros de Inteligencia Artificial el joven músico reta al público diciendo: «Escuchen estas dos melodías y adivinen cuál fue creada por un algoritmo y cuál por un humano.»
Aiva, es el primer compositor virtual basado en machine learning mundialmente aceptado.
Los sorprendentes resultados del emprendimiento de Pierre están abriendo una ventana que hasta hace poco se creía exclusiva para los humanos, la creación de pistas musicales, jingles comerciales y tono efecto de sonido posible para los e-games e industria del videojuego.
Destaca sobre manera que el algoritmo es capaz de crear, dependiendo del requerimiento, y de su complejidad, luego de tener los datos requeridos para establecer patrones y aprender, en poco tiempo la música que a un humano le toma días. Y evidentemente, esta situación, abarata costos y hace que los músicos se preocupen por ser “fácilmente desplazados” por una máquina.
Parece que la creatividad y el aprendizaje automático dejan de ser excluyentes para trabajar colaborativamente. Corresponde a los humanos, acercarse al conocimiento y la comprensión para utilizar a su favor la inteligencia artificial, que ya está aquí.
Imagen: Pixabay
Referencias consultadas: