Hace menos de un día, un cantante ha logrado “viralizar” su último video y éxito musical, su canción es un llamado a la reflexión y quizás un mirarse al espejo con la historia de su vida pasando en cuadros que se dibujan con palabras, la gran diferencia es que este relato está en todas las principales páginas de la red, incluso siendo titulares de noticias.
Evidentemente el cantautor es un escritor que conoce bien la narrativa y sabe hacer uso de los elementos básicos para hacer que su historia llegue a una audiencia muy amplia.
Ha logrado ese efecto de “viralidad” que las empresas y los expertos en marketing digital desean con sus productos.
En esta época donde los contenidos y la información lograr que un contenido se haga viral, sin invertir dineros en promoción y hacerlo “orgánicamente”, siempre es un tema para analizar y aprender un poco.
Sea que trabajamos o no en promoción o mercadeo, todos de alguna manera, nos hemos transformado en generadores de contenidos, desde el momento que tenemos una cuenta en cualquier red social y divulgamos o compartimos información.
Un contenido visto por miles o millones de personas, traspasando fronteras y superando la barrera idiomática es singular. Tiene la capacidad de generar, reputación, patrocinios, opciones de negocio y credibilidad para su autor.
¿Qué hace un contenido viral?
Analizando los contenidos virales en la red, se dice que la mayoría son orgánicos, se produjeron, se grabaron y compartieron por una especie de «casualidad», a alguien le pareció gracioso, a su autor le pareció importante compartirlo, alguien escribió unas palabras porque deseaba expresarse y así, sin buscarlo, a miles les gustó, lo compartieron y se expandió su difusión de la misma manera como pescamos un resfriado de una persona a otra.
Otros contenidos se hacen virales porque aprovechan la popularidad del mensaje o del autor y se crea una expectativa por saber que dirá o que incluye ese contenido a través de una estrategia de “intriga o teaser”.
Elementos que tienen en común los contenidos virales
Durante seis años estudiando contenidos en la red, hemos encontrado elementos que nunca faltan y que, vez tras vez, se repiten en cada mensaje viral:
Despiertan emociones:Las emociones generan en los humanos reacciones químicas, lógicas, cerebrales y nos hacen actuar en determinadas formas. Si el contenido es capaz de traspasar la frontera de lo racional e irse a lo emocional, tocar el lado sensible de la audiencia, generar ese deseo de compartir, de que otros sepan lo que se considera importante, tiene la posibilidad de hacerse viral.
Sin importar que emociones genere el contenido viral llega, golpea, no deja pensar, no reflexiona, se actúa: la audiencia se identifica, se sensibiliza, lo hace suyo y lo comparte con rapidez.
Múltiples audiencias objetivo: Cuando los contenidos son abiertos a una audiencia amplia, no enfocado a nichos, porque el mensaje llega a cualquier edad, es más fácil que logre cifras de viralidad en redes sociales.
Plataformas de difusión: El contenido viral puede llegar a más personas en la medida que se difunde en la red, usando diversos canales y plataformas para ser compartido.
La viralidad es un fenómeno de la red, con la instantaneidad y el deseo de la audiencia por consumir contenidos a la carta. Casi toda persona ha compartido un mensaje, una imagen, una frase que llegó a hacerse viral . ¿Lo ha hecho usted?